¿Babélicos?

13/02/2016 - 23:00 Pedro Villaverde Martínez

Cuando éramos pequeños estudiábamos aquello de la Torre de Babel, de la confusión de lenguas que se dio y no fue posible terminarla por falta de entendimiento. Ahora cuanto más intentamos hacernos entender parece que nos entendamos menos. Y la lengua ya no parece ser el obstáculo porque incluso hay traductores simultáneos. Sin embargo por las respuestas que se dan parece que no se han entendido las preguntas que se hacen. Cuanto más intentas comprender a quienes hablan en tantas mesas redondas o cuadradas sea cualquiera el tema, pareciera un diálogo de sordos. El gobierno de los pueblos parece que por momentos se hiciera inviable al observar tanta información, preguntas y respuestas, propuestas y protestas…
Resulta casi patético escuchar cosas contrarias y tener que adivinar que lo son por el interés que ponen en que parezcan iguales cuando a quien lo propone le interesa. Hemos puesto el título de ‘babélico’ a nuestro comentario porque cuanto más vemos y escuchamos ciertas cosas más convencidos nos quedamos de que una cosa y la contraria nos la intenten vender como iguales. Recordamos haber leído cómo un señor ensañaba muy meticulosamente lo que iba a decir ensayando incluso gestos y ademanes…y se lo presentó a los de su confianza a ver qué les parecía…y cuando éstos afirmaran que era maravillosa su exposición…él con gran parsimonia y convencimiento les dijo: ¿quieren que les demuestre ahora todo lo contrario? Relatividad de las cosas o arte de persuadir. Uno se acuerda de aquel filósofo de la antigüedad que dijera que la verdad no podía ser conocida…y que si alguien la llegara a conocer no podría transmitírsela a otros…Terrible pesimismo, pero…para pensar.
Dejémonos de lenguaje babélico. Llamemos a las cosas por su nombre y entendámonos de una vez para que la convivencia y el progreso lleguen a instalarse entre todos. Seguro que la gran mayoría, si no todos, es lo que deseamos . El que pueda entender que entienda, pues a nosotros nos cuesta entender lo que está pasando o no para formar quien va a gobernar y cuando, pues babélico parecen los entresijos de una política que cada vez parece más difícil de entender.