Balance en la Diputación
05/07/2012 - 19:55
Aunque con semanas de adelanto, ayer tocaba hacer balance del primer año de gestión del PP al frente de la Diputación. Durante estos, casi doce meses, en poco ha variado de hoja de ruta la presidenta lo que ya anunciase el día de su toma de posesión. La receta de la Junta que preside María Dolores de Cospedal sería el ejemplo a seguir por la nueva presidenta de la Diputación, que en la jura de su cargo anunciaba recortes en el funcionamiento de la Institución, haciendo de "la austeridad" su bandera: "Tenemos la obligación de hacer más con menos" y "poner límite a los excesos en que ha derivado la Administración Pública", decía en aquel momento. Y dicho y hecho. Esas han sido las máximas de su gestión durante este primer año de gobierno en el que han mantenido los criterios de eficacia y austeridad, lo que les ha permitido reducir en 7 millones la deuda de la institución provincial. En este sentido, y aunque, según los populares, en la gestión del equipo de Gobierno de Diputación ha primado y seguirá primando el principio de austeridad a través del Plan de Austeridad puesto en marcha-, esto no ha ido en detrimento de la prestación de servicios de calidad, mejora de los mismos y, en la medida de lo posible, de las inversiones a través de los diferentes planes tanto en infraestructuras como en empleo. En esta línea, Guarinos hablaba esta mañana de un presupuesto realista, austero y equilibrado que lleva aparejado el cumplimiento del objetivo de estabilidad presupuestaria, eliminando gastos superfluos e innecesarios y valorando la implicación de las políticas sociales, el fomento del empleo y las inversiones en los municipios. Y es que este ha sido otro de los objetivos: poner en valor la función de la Diputación como ente de apoyo a los municipios más pequeños. En un año en el que han escuchado todo tipo de argumentos políticos a favor y en contra de esta institución, desde el Gobierno de Guarinos se ha apostado por mantener o incrementar servicios, llegando incuso a comentar en alguna ocasión que si no existiese en Guadalajara, habría que inventarla. Queda mucho mandato por delante, pero si algo hay que reconocer es que el trabajo de estos doce meses no ha sido fácil, a pesar de lo claro de los objetivos.