Barbatona
Además del mes de las elecciones y de los múltiples actos políticos repartidos por las localidades de la provincia en busca de votos, será mayo, como cada año, mariano, es decir seguidor de la costumbre de venerar a la Virgen María en sus distintas advocaciones. Las romerías son una expresión de este sentimiento religioso que se vio alterada por la contienda civil que supuso la suspensión de muchas de ellas. Algunas se recuperaron, la mayoría no, pero también se crearon otras nuevas, como la Marcha Diocesana al Santuario de la Virgen de Barbatona, que cumple este año sus bodas de oro y que reúne a millares de fieles llegados no solo de los pueblos del entorno sino de muchos lugares de España. La Virgen de la Salud, a la que se le atribuyen muchas curaciones, es especialmente querida. Su ermita quedó pequeña ante la visita de enfermos o familiares en busca de su intercesión y hace ya muchos años que se levantó junto a ella el santuario que hoy recibe tantas visitas y es punto neurálgico de dos importantes romerías al año, la del segundo domingo de mayo, (celebrada sin interrupción desde aquel 9 de mayo de 1965) y la del mes de septiembre coincidiendo con la Natividad de la Virgen, menos multitudinaria pero también muy emotiva. Las praderas y pinares de esta bella pedanía seguntina se llenarán de devotos este domingo para participar, principalmente, en la misa mayor, la oficiada por el obispo de la Diócesis y en ocasiones, como la de este 10 de mayo, por el nuncio apostólico en España, y ésta, además, por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo Pelegrina. Es ocasión de rezar a la pequeña talla de la Virgen, pedirle el don más preciado por todos, la salud, e igualmente pasar un bonito día de campo. No falta quienes ante tal multitud hacen negocio con la instalación de puestos y atracciones, ni tampoco, y no solo por el aniversario, echaremos de menos una abultada representación de la clase política. En las últimas elecciones municipales y autonómicas allí se juntaron Barreda y Cospedal, con muchos de los suyos. Deben mostrar su apoyo a las tradiciones y creencias populares. Opiniones hay para todos los gustos. Nosotros pensamos que la presencia política realza cualquier celebración aunque lamentemos que en años sin urnas se vea muy adelgazada. En cualquier caso el protagonismo es de esta Virgen a la que dicho sea de paso tengo gran cariño y visito varias veces en los meses de verano.