Benedicto XVI quiere excluir a los pedófilos

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

El Papa Benedicto XVI manifestó ayer que se sintió "profundamente avergonzado" por los casos de abusos sexuales en los que se vio implicada la Iglesia Católica en Estados Unidos y prometió "hacer lo posible" para que no se repita. "Excluiremos a los pedófilos del ministerio sacerdotal", dijo a los periodistas a bordo del avión que le lleva a Washington en su primera visita como Papa a EEUU.
"Estamos profundamente avergonzados y haremos lo posible para que esto no vuelva a suceder en el futuro", añadió. El viaje es el primero que realiza un Papa desde los escándalos de abusos sexuales que comenzaron en 2002. Las diócesis han tenido que pagar más de dos mil millones de dólares en indemnizaciones.
El Pontífice apuntó que la Iglesia debe hacer todo lo que está en sus manos en el análisis de los candidatos al sacerdocio para que "sólo se admita a personas verdaderamente sanas". "Es más importante tener buenos sacerdotes que tener muchos", añadió.
Benedicto XVI señaló que los abusos han causado "un gran sufrimiento" a la Iglesia de Estados Unidos" y también "a mí personalmente". "Para mí es difícil comprender cómo es posible que estos sacerdotes hayan traicionado su misión de curar, de ofrecer el amor de Dios a esos niños", añadió.
El Papa inicia hoy su visita pastoral a Estados Unidos, durante la que se reunirá con el presidente del país, George W. Bush, hablará ante la Asamblea General de la ONU y visitará la 'Zona Cero' de Nueva York. Además, el viaje coincidirá con su 81 cumpleaños (16 de abril) y el tercer aniversario de su Pontificado (19 de abril).
Según una encuesta publicada este mes, la mayor parte de la población de Estados Unidos tiene una opinión "favorable" de Benedicto XVI, aunque no es "tan popular" como su predecesor Juan Pablo II.

Reunión con Bush
El Papa Benedicto XVI aprovechará su viaje a Estados Unidos para pedir al presidente, George W. Bush, que se comprometa con el desarrollo de los pueblos latinoamericanos para otorgar justicia a los inmigrantes.
"He visto la profundidad del problema de la inmigración, sobre todo la división de las familias, esto es un peligro para el tejido social y para los valores humanos", afirmó el Santo Padre a los medios que le acompañan en el avión que le traslada a Estados Unidos.
Durante la charla con los periodistas, el Papa respondió sobre los retos de la presencia hispana en Estados Unidos, aseguró que conoce bien el problema migratorio y que, en su opinión, la solución de fondo es que los migrantes no tengan que salir de su país de origen.
"Debemos trabajar juntos con el objetivo de que el desarrollo social pueda ofrecer las posibilidades a los ciudadanos de obtener un trabajo digno", añadió Benedicto XVI, según informa la prensa mexicana, recogida por Europa Press.
Por último, aseguró que el problema fundamental es ayudar a que los niños sean protegidos, además de hacer todo lo posible contra la precariedad y la violencia para que los inmigrantes puedan tener una vida digna.