Biosfera, el concepto de cocina fusión con equilibrio que triunfa en Guadalajara

09/12/2021 - 10:25 Sara Vera Juárez


 

La pareja formada por Carlos Gumiel, natural de Pastrana, y Mónica, es quien dirige Biosfera. El nombre de este singular espacio se basa en el origen de la propia gastronomía que sirven y en las técnicas empleadas para su elaboración: agua, tierra, mar y fuego son los cuatro elementos sobre los que gira la cocina de Biosfera.


Actualmente, un buen restaurante ya no solo es un sitio donde “se come bien”. Hemos convertido el acto de comer fuera de casa en una experiencia multisensorial en la que el diseño es ya tan importante como la gastronomía. Y es que Biosfera destaca por su interior impecable: una decoración moderna, cuidada y minimalista que se mimetiza con la iluminación y proporciona un ambiente enteramente acogedor. Si hablamos de potencia entra en juego su vajilla, que armoniza perfectamente con la atmósfera que concede el restaurante. En su mayoría es de piedra natural y se caracteriza por su alta calidad y su precioso diseño de toque elegante y atemporal.


Ir a Biosfera es una experiencia de alto nivel en las mejores manos, las de Carlos Gumiel. El chef desarrolla un concepto en el que la cocina muestra madurez, potencial, ambición y evolución.

Despunta por su dominio de la técnica y la búsqueda de las mejores materias primas. Toma la naturaleza como punto de partida de todo y su atrevida propuesta se basa en fusionar el producto regional y nacional con pinceladas procedentes de los cinco continentes. Entre las sugerencias del chef destacan las siguientes elaboraciones: el tartar de cierva, remolacha y ajedrea; trucha, rosas y cereza; ceviche de corvina salvaje y miel; y como postre el denominado `Cascanueces´: una delicia de lavanda, queso, nueces, miel y limón.

 

Muy recomendable es también su menú degustación. Una de sus últimas incorporaciones es el plato calificado como `Sorpresa´, de creación propia: se trata de una vela comestible de aceite de la provincia, cerveza propia de lavanda y miel, acompañada de una tosta típica de perdigacho (como es tradición en Guadalajara). El método para su elaboración se basa en la texturización de aceite de oliva con un mínimo de cera de abeja comestible, permitiendo que esta mezcla se pueda modelar creando la forma de una vela; después, se introduce un hilo de cáñamo bañado en cera, se quema y voilà: ¡sopla y a comer! 

Restaurante Biosfera cuenta con un total de nueve profesionales en el sector de la hostelería, un servicio impecable capaz de que fluya con naturalidad la atención a los comensales y de que el proyecto de Carlos y Mónica sea de lo más especial. “Nos debemos a nuestros clientes y nos enorgullece tener un equipo que se implica”, expresa Carlos. En definitiva, inspiración, origen y alma son los tres ingredientes que harán tu experiencia inolvidable. 

 

 


 

 

Turismo cercano
GUADALAJARA: La capital de provincia alberga varios monumentos con mucho encanto: el Panteón de la Duquesa de Sevillano, del siglo XIX; el Palacio del Infantado, del siglo XV, que destaca por su espectacular fachada, el patio de los leones en su interior y los bellos jardines que le rodean; el Palacio de la Cotilla, el Convento de la Piedad, el Torreón de Alvar Fáñez e infinidad de parques y zonas verdes completan la visita. Pero si hay algo que caracterice la provincia de Guadalajara son sus pueblos:

Sigüenza pertenece a la comarca de la Serranía. La Catedral, una de las diez más bellas de España, y el Parador Nacional de Turismo son los lugares que no te puedes perder. Pero también destaca el parque de la Alameda, punto neurálgico de la vida de los seguntinos y las travesañas, entre otros espacios de una ciudad que aspira a ser Patrimonio de la Humanidad. 

Brihuega, que se sitúa en plena comarca de La Alcarria, a tan solo 20 minutos de Guadalajara. La villa atesora un gran atractivo patrimonial: el prado de Santa María, el Castillo de la Piedra Bermeja, las iglesias de Santa María, San Felipe, San Miguel y San Simón; la Real Fábrica de Paños de Carlos III, sus numerosas fuentes y todas las puertas y murallas que rodean el casco antiguo. Sobresale su riqueza natural, especialmente en el mes de julio cuando sus campos de lavanda se encuentran en su mayor explendor.

Otros pueblos: Molina de Aragón, Atienza y los pueblos de la Arquitectura Negra son parada imprescindible. 

Naturaleza: El Parque Natural del Alto Tajo,  el cañón del Dulce y  el Hayedo de la Tejera Negra, son las tres arterias verdes de la provincia.