Brindo por un amor...

31/10/2013 - 00:00 Blanca Gotor

 
 
 
  
  Brindo por un hombre, al que vi un par de veces y lo he escuchado infinitas. Decir Manolo Escobar, es sinónimo de elevar el volumen de la televisión, y ver la imagen de mis padres sonreír mientras cantaba, notar implicación y acercamiento tanto hacia su persona como a sus temario. Tal vez la sencillez y elegancia de este hombre atraía sin mas. La primera vez que lo vi fue en directo en el cine de mi barrio convertido en teatro esporádicamente para que el cantara, supongo que la cercaría a Badalona le permitía acercarse de vez en cuando al mío.
 
  La segunda vez fue, muchos años mas tarde, en la feria de arte que se hace anualmente en Madrid o sea en Arco, yo iba con una amiga y esta lo reconoció de inmediato, personalmente tuve mi duda porque me pareció mas bajito de lo que se ve en tv. y por esta razón optamos por preguntarle directamente si era Manolo Escobar, a lo que el respondió en un andaluz claramente deletreado “el mismo”, la espontaneidad de la respuesta nos permitió continuar conversación y entonces le dije que no me lo hubiera imaginado nunca en un a feria de arte como era Arco, a lo que me respondió y ¿porque no? y a mi respuesta un tanto brusca y sincera pero sin perder la broma le dije que su temario y Arco eran un tanto incompatible, puesto que lo veía representante de la España mas cañí y no como contemporáneo de arte, a lo que es sin enfadarse en lo mas mínimo me respondió que tenia muchas facetas y que el arte era una de sus preferidas, tal y como fui observando tiempo mas tarde, además comprobé que en este ámbito era una persona muy querida puesto que le gustaba adquirir obra de artistas no muy conocidos, cosa que lo engrandece un poco mas a mis ojos y comprobé insito que efectivamente era así, en ese momento, nos presento un galerista con el que estaba hablando y algunos artistas mas que estaban en el evento, a continuación nos dedicó un autógrafo y nos deseo con una gracia infinita que pasáramos un buen día, un beso y una sonrisa amplia acompañada de un comentario divertido en el que mas o menos vino a decirnos que “esperaba que cambiásemos de opinión respecto a su persona”, sin dejar el aire jocoso y divertido que habíamos mantenido durante toda la conversación.
 
  Nos permitió llevarnos una inmensa sonrisa durante un largo rato en el cual no salíamos de nuestro asombro, pues Manolo Escobar nos acababa de romper gratamente un montón de esquemas... y es que en definitiva, ¡me gustó, por una sencilla razón!, porque simplemente en la cercanía del encuentro vi un hombre trabajador de sonrisa amplia y bien estudiada para cautivar a miles de personas tal y como ha demostrado. ¡descansa en paz Manolo! Y allá donde estés, que no debe ser muy lejos, cántale a lo mismo, a las cosas de cada día, que son las sencillas y en las que todos podemos mirarnos. ¡Y en nombre de mi familia hasta siempre, amigo! .