Campaña electoral con sello propio

Cada campaña electoral tiene su peculiaridad y su sello de identidad propio. En unas es la agresividad de los contrincantes, los mensajes envenenados o las arriesgadas consignas políticas lo que marcan los 15 días anteriores a la cita en las urnas, y en otras hay elementos externos que pueden llegar a cambiar el rumbo de los resultados. En España sabemos muy bien sobre ello, pues no es la primera vez que un acontecimiento lamentable deja a la campaña electoral en un segundo plano. Los terribles atentados del 11-M marcaron las Elecciones Generales de hace siete años. Tres días antes de la jornada electoral, tenía lugar el mayor atentado terrorista de la historia reciente de nuestro país y como consecuencia, los partidos políticos suspendían sus actos electorales. La sombra de los atentados estuvo presente y fue un factor relevante para que cada partido obtuviese los votos de los anteriormente indecisos o abstencionistas. Los sondeos a pie de urna realizados el día de las elecciones, que encuestaban a los votantes que ya habían depositado su voto, arrojaban diferencias significativas con los publicados semanas antes por las mismas fuentes. El recuento dio la victoria, y contra todo pronóstico, al PSOE que obtuvo el 42,63% de los votos, superando claramente, al Partido Popular, que recibió el 37,64%. En esta ocasión ha sido el terremoto de Lorca el que irrumpía y desplazaba la campaña a un segundo plano. La tierra se ha empeñado en ponerse de manifiesto, y en nuestro país, de no especial riesgo sísmico, se registraba un seismo que de momento ha dejado un balance de al menos nueve fallecidos, muchos de heridos y miles de damnificados. Ayer, todos los partidos suspendían sus actos de campaña y se volcaban en sus muestras de condolencia y apoyo a las víctimas. En esta ocasión la tragedia no cambiará el rumbo de las elecciones pero, sin duda, ha vuelto a marcar el periodo electoral.