Carla Otero: "Todos mis sueños pasan por el toro y pienso en torear cada día desde que me levanto"
Debutó de luces en 2019 y goza de un gran ambiente como promesa en el escalafón novilleril
Es una de los nuevas y más firmes referencias de la Escuela Taurina de Guadalajara. Valor, firmeza y arrojo conforman la triada con la que ha conseguido poner su nombre en circulación. Actuaciones tan relevantes en plazas como Pontevedra y Jaén el año pasado sirvieron para derrumbar barreras discriminatorias y demostrar que la mujer también es protagonista de la tauromaquia del siglo XXI .
- Si hablamos de la temporada 2020 de Carla Otero es obligado citar el Certamen ‘Promesas de Nuestra Tierra’. ¿Como vivió su paso por el mismo?
Toreé dos novilladas: la de la clasificación en Brihuega y la final. La preparación y los momentos previos a las novilladas fueron muy intensos e ilusionantes por la importancia del certamen.
-Las cámaras de televisión, presentes en ambas citas, sirvieron de escaparate para darse a conocer.
Habiendo este año tan pocos festejos taurinos y como la gente no se podía desplazar, es cierto que la atención se focalizaba en los pocos (festejos) que se celebraban, lo cual le ha dado aún mayor importancia y repercusión a lo realizado.
-En Brihuega ofreció una gran dimensión como torera en ciernes.
No puedo decir que acabara satisfecha porque faltaron cosas, sobretodo matar bien los novillos. Pero es de los días que cuando me quité el vestido de vuelta de la plaza, sabía que había dado todo y no me había dejado nada dentro. Creo que ofrecí una imagen muy buena.
-¿Cuesta coger el sitio con la espada?
Al final es la suerte que menos se practica. Tuve la suerte de entrenar antes del compromiso y matar algunos novillos a puerta cerrada. Varios de ellos los maté bien y confiaba en mi, pero no fue así. Una pena.
-Muchas de las crónicas le hicieron protagonista, a pesar de no ser la triunfadora numérica del festejo.
Leí todas las crónicas de ese día porque quería ver cómo se me había visto y muchas de ellas eran positivas. Eso, indudablemente, te hace sentirte bien, venirte arriba y motivarte. Lo importante es poner el trabajo en los defectos que pueda haber.
-Desafortundamente, no rodaron las cosas igual de bien en la final del certamen.
No. Fue una tarde muy en contra de lo que esperábamos. La novillada no dio el juego esperado, molestó mucho el aire, no me terminaron de salir las cosas y tampoco lo maté. No pasó nada.
-¿Qué valoración hace de su temporada 2020?
Además de las dos citas de ‘Promesas de Nuestra Tierra’, también toreé una tarde en Villafranca de Xira. Me siento afortunada de haber podido torear en esta temporada tan extraña y haber conseguido, en general, buenos resultados.
-Sin embargo, la actividad de la Escuela Taurina no ha cesado en el campo.
Ha sido un año con muchas más actividades de campo y tentaderos. Prácticamente, hemos estado en el campo semanalmente, lo cual ha sido clave para evolucionar.
-La temporada anterior dio varios golpes de atención: el debut de luces en Roquetas del Mar, Pontevedra, Alicante, Jaén...
Este año también al principio de temporada comencé muy bien en varios bolsines y tentaderos como el Bolsín de Ciudad Rodrigo, La Carlota, Candeleda y se hablaba de mí. Fueron actuaciones que, sin ser tan relevantes como una novillada, tuvieron importancia. Era una temporada crucial para mi y, de momento, estaba anunciada en Guadalajara y Castellón. Creo que en una situación normal hubiera sido una temporada de trascendencia.
-¿Cómo asumió el parón de la actividad? Al principio fue muy difícil porque tuve que entrenar sin una motivación a corto plazo. Preferí pensar que si no entrenaba otros lo harían por mí. Tarde o temprano volveríamos a las plazas y los que entranasen estarían en mejor situación. Nunca dejé de entrenar y cuando me anunciaron en el certamen de Castilla La Mancha, la ilusión se reforzó.
-¿Cuáles son sus raíces exactamente?
Nací en Alcorcón, aunque llevo viviendo mucho tiempo en la provincia de Guadalajara. Concretamente en Valdeaveruelo y me considero de aquí.
-¿Cómo ha sido su paso por la Escuela Taurina de Guadalajara, en la que aún continúa?
Llevo alrededor de cuatro años. Cuando entré estaba de director artístico Jesús de Alba y al poco tiempo le relevó Ángel Puerta. Puerta es una persona que me ha aportado mucho y todo lo que sé taurinamente se lo debo a él. Me ha aportado mucha confianza a la hora de hacer cosas a los animales y como torero dará mucho que hablar cuando llegue su momento.
-¿Cuál es el origen de su afición?
A mi padre siempre le han gustado los toros, a pesar de no ser un gran aficionado. Mi hermano es el que tiraba de mi familia taurinamente. Él se apuntó a la Escuela Taurina y a mi me despertaba la curiosidad. Un día, siendo muy pequeña, cogí los trastos sin ninguna intención, me picó el ‘gusanillo’ y hasta hoy. De alguna manera, los culpables de esta aventura fueron Jesús de Alba y José Antonio Cid. Cuando empecé en el mundo del toro, en casa pensaron que sería algo pasajero.
-Sorprende ver a una mujer tan joven en el mundo taurino con una vocación tan clara. ¿Su condición de mujer le ha marcado de alguna manera?
Yo intento que se me vea con los mismos ojos que al resto de compañeros. Por ser mujer no se me han cerrado puertas y creo que tampoco se me han abierto. Nunca le he dado importancia y quiero que se me vea como una novillera que torea por méritos propios. Personalmente, no he vivido nunca ningún acto discriminatorio por parte de ningún torero, ni ningún profesional ni aficionado. Creo que el mundo del toro ha evolucionado, al igual que otros sectores de la sociedad, y buena prueba de ello es que hoy día están apareciendo muchas novilleras.
-¿Con qué compañeros de la Escuela le gusta competir especialmente?
Por edad, he coincidido mucho con Jesús Romero. Cuando toreo con él, hace que no me relaje y que me apriete porque él así lo hace. Luego también he toreado con Cristian, Esaú, Asier y Carlos.
-¿Cómo compatibiliza los toros con los estudios?
Estoy estudiando segundo de Bachillerato y me doy cuenta de lo complicado que está resultando compatibilizar ambas cosas. Al final, quien algo quiere, algo le cuesta. No puedo tener una cosa sin la otra.
-¿Qué supone el toreo para usted?
Todo. Aunque tengo mi familia, mis amigos y mis estudios, todos mis sueños pasan por el toro y desde que me levanto pienso en torear. No entiendo mi vida sin el toro.
-¿Cuáles son sus referentes taurinos?
Me caben muchos toreros, pero los que más me han marcado han sido Talavante y José Tomás. Me gusta ver también vídeos de toreros antiguos y entre los predilectos están Antoñete, Julio Robles, Curro Vázquez...