Carta a Don Jesús Simón

  

  

   Querido amigo y paisano, don Jesús Simón, el pasado viernes, día 14 de junio nos dejaste para marcharte con los tuyos, tus padres y hermanos y para estar más cerca de nuestra madre la Virgen, son muchas cosas las que te querría decir, todas ellas forman en mi cabeza una peonza, que dan vueltas y vueltas porque quieren salir, no se como sacarlas de mi mente, la primera que esta en la puerta es mi recuerdo de cuando eras seminarista y venias a Brihuega, a los niños de entonces nos causabas respeto por tu prestancia, un joven seminarista que jugabas al futbol con los jóvenes de tu tiempo o cuando hablabas con las personas mayores de Brihuega, no olvido tus conversaciones en el balconcillo de la sacristía de Santa María con los monaguillos, etc.. Cuando estábamos en la misa funeral, el día que se te dio sepultura, me vino a la memoria el día que cantaste tu primera Misa en Santa María de la Peña, para nosotros era una novedad pues los chavales de la época era la primera vez que participábamos en un acto así, todos los chicos estábamos en las escalera que suben al altar mayor, entonces y antes de la reforma, una balaustrada nos separaba a los fieles de los celebrantes.

 

  Paso el tiempo los chicos de entonces nos hicimos mayores, tu también por su puesto, recuerdo haber hablado con tigo cuando llegas de vacaciones en el mes de agosto, yo también regresaba a Brihuega, teníamos amistad como todos los brihuegos, pero cuando más unió esa amistad fue al llegar a la Casa de Guadalajara y propuse a la directiva que vinieras a ofrecer una conferencia, cosa que tu aceptaste de muy buen grado y desde aquella ocasión creo que estabas el la nomina y todos los años acudías fiel al viejo caserón de la Plaza de Santa Ana, bien para ofrecer una charla-conferencia, bien porque habías escrito un libro y la presentación idónea era hacerlo en Madrid y en la Casa de Guadalajara, por algo habían tenido mucho que ver los brihuegos en la fundación de la misma, cita que no rechazabas porque tenias muchas cosas escritas de Brihuega al ser un asiduo en Nueva Alcarria como tus “Estampas Briocenses”, tan asiduo fuiste que te concedieron la insignia “Melero Alcarreño” y te hiciste Socio de la misma, o viceversa.

 

  Pero Jesús, este año el día 15 de agosto, festividad de la Virgen de la Peña te echaremos de menos, bueno y durante el novenario, y por su puesto el día 14 durante la Procesión de la “Recogida de la Cera” acompañando a la Junta Directiva de la Cofradía con tu cetro, pero en especial el Día de la Virgen de la Peña, en esa Misa de Comunión, a las nueve a la mañana donde Santa María estaba a rebosar, (casi diría que acudía tanta gente como a la Función principal) y escuchar tu platica, no sermón, cuantas cosas nos enseñabas de la Virgen. Notaremos tu ausencia durante la procesión, como notamos la de nuestros padres, hermanos y seres queridos cuando la imagen de la Virgen pasee nuestras calles.

 

  Pero seguro, que tu como recién llegado allá arriba, organizaras una “Procesión” con a todos los brihuegos, junto con los sacerdotes de Brihuega y los que han pasado por esta Parroquia, viviendo con una gran alegría el Día de la Virgen. Por último para despedirme te diré que durante la ultima celebración de las “Salves del Cerco” nos acordamos también de ti. D. Jesús Simon, solo que queda decirte, hasta que Dios quiera.