Carta abierta de un trabajador de Geacam
06/07/2012 - 18:32
Al parecer, la Generalitat Valenciana ha recortado su presupuesto para lucha contra incendios forestales en un 14%, quedándose este año en unos 90 millones de euros, unos 15 millones menos que el año anterior.
¡Quién tuviera esos 90 millones de euros en nuestra región! Con los datos que GEACAM ha facilitado en la presentación del Expediente de Regulación de Empleo en la mano, el pasado año el gasto destinado a la prevención y extinción de incendios forestales estaba en torno a los 92 millones de euros, con unos 2.400 efectivos, y no en esos manidos 150 millones y casi 3.000 empleados que argumentan Empresa y Consejería, basándose en la falacia del presupuesto disponible, pero ocultando a la sociedad el verdadero gasto efectuado.
Así que a nuestros líderes regionales se les ocurre, en nombre de la crisis, ese medio que se usa para conseguir cualquier fin, la feliz idea de reducir el presupuesto (entrecomillado, por falaz) a algo menos de la mitad : 64 millones de euros para 2012. 64 millones para prevenir y extinguir. 64 millones y menos de 2000 personas para más de tres millones de hectáreas de bosque, para la región en la que está ubicada la provincia que mayor masa forestal posee en toda España y la segunda de Europa. Y así pasamos de un dispositivo eficaz y muy eficiente (definiciones complementarias que algunos de nuestros líderes deberían repasar), a un dispositivo ralo, chapucero, cogido con alfileres y que deja toda la presión en el lado de los profesionales de GEACAM.
Naturalmente, los castellano-manchegos somos más listos, más guapos y mejores que los valencianos, dónde va a parar. Por ejemplo, recortamos en personal interino a dos días del comienzo de la temporada de máximo riesgo, que eso ahorra mucho . O cuando en GEACAM hacen falta capataces de maquinaria para cubrir las bajas, no contratamos, que eso es gastar a lo tonto. Aquí se coacciona a personal no cualificado para que asuma esas funciones de forma temporal. Y asunto arreglado. Eso sí, encomendándonos a la Virgen de la Luz, al Corpus Christi y a cualquier otra divinidad a la que se pueda ir a rezar con la correspondiente mantilla, tal y como nos muestra nuestra líder regional, no vaya a haber una desgracia y se repitan cosas tan desagradables como aquello de Guadalajara, con muertos y juicio a políticos incluido, líbrenos el Señor, amén.
Valencia lleva quemadas, mientras escribo estas líneas, más de 45.000 hectáreas en los dos peores incendios en décadas, hay unas 1.500 personas desalojadas y 1.700 efectivos luchando contra esta catástrofe. Mañana lunes, serán más hectáreas. Y a finales de septiembre, cuando finalice la que previsiblemente sea la campaña más nefasta en décadas, serán muchas más. Y cuando con calculadora en mano, veamos la relación entre hectáreas, millones de euros en pérdidas (esperemos que no tengamos que añadir a la ecuación ninguna vida humana) y cada euro dejado de gastar, algunos se echarán las manos a la cabeza. Otros sólo entonaremos el manido ya os advertimos. Eso sí, ¿quién asumirá esa responsabilidad? Se admiten apuestas.
¿Y en Castilla-La Mancha? Pues por ahora, GEACAM ha anunciado un ERE para que el personal de extinción trabaje sólo 8 meses al año, desmantelando las tareas de prevención, a lo que hay que sumar los despidos de personal técnico (ingenieros forestales, técnicos especialistas) y la reducción de jornada del resto de personal, más los 65 despidos de personal de oficinas. Contra esto quizás sirva sólo aquello de cuando las barbas de tu vecino veas pelar .
¡Quién tuviera esos 90 millones de euros en nuestra región! Con los datos que GEACAM ha facilitado en la presentación del Expediente de Regulación de Empleo en la mano, el pasado año el gasto destinado a la prevención y extinción de incendios forestales estaba en torno a los 92 millones de euros, con unos 2.400 efectivos, y no en esos manidos 150 millones y casi 3.000 empleados que argumentan Empresa y Consejería, basándose en la falacia del presupuesto disponible, pero ocultando a la sociedad el verdadero gasto efectuado.
Así que a nuestros líderes regionales se les ocurre, en nombre de la crisis, ese medio que se usa para conseguir cualquier fin, la feliz idea de reducir el presupuesto (entrecomillado, por falaz) a algo menos de la mitad : 64 millones de euros para 2012. 64 millones para prevenir y extinguir. 64 millones y menos de 2000 personas para más de tres millones de hectáreas de bosque, para la región en la que está ubicada la provincia que mayor masa forestal posee en toda España y la segunda de Europa. Y así pasamos de un dispositivo eficaz y muy eficiente (definiciones complementarias que algunos de nuestros líderes deberían repasar), a un dispositivo ralo, chapucero, cogido con alfileres y que deja toda la presión en el lado de los profesionales de GEACAM.
Naturalmente, los castellano-manchegos somos más listos, más guapos y mejores que los valencianos, dónde va a parar. Por ejemplo, recortamos en personal interino a dos días del comienzo de la temporada de máximo riesgo, que eso ahorra mucho . O cuando en GEACAM hacen falta capataces de maquinaria para cubrir las bajas, no contratamos, que eso es gastar a lo tonto. Aquí se coacciona a personal no cualificado para que asuma esas funciones de forma temporal. Y asunto arreglado. Eso sí, encomendándonos a la Virgen de la Luz, al Corpus Christi y a cualquier otra divinidad a la que se pueda ir a rezar con la correspondiente mantilla, tal y como nos muestra nuestra líder regional, no vaya a haber una desgracia y se repitan cosas tan desagradables como aquello de Guadalajara, con muertos y juicio a políticos incluido, líbrenos el Señor, amén.
Valencia lleva quemadas, mientras escribo estas líneas, más de 45.000 hectáreas en los dos peores incendios en décadas, hay unas 1.500 personas desalojadas y 1.700 efectivos luchando contra esta catástrofe. Mañana lunes, serán más hectáreas. Y a finales de septiembre, cuando finalice la que previsiblemente sea la campaña más nefasta en décadas, serán muchas más. Y cuando con calculadora en mano, veamos la relación entre hectáreas, millones de euros en pérdidas (esperemos que no tengamos que añadir a la ecuación ninguna vida humana) y cada euro dejado de gastar, algunos se echarán las manos a la cabeza. Otros sólo entonaremos el manido ya os advertimos. Eso sí, ¿quién asumirá esa responsabilidad? Se admiten apuestas.
¿Y en Castilla-La Mancha? Pues por ahora, GEACAM ha anunciado un ERE para que el personal de extinción trabaje sólo 8 meses al año, desmantelando las tareas de prevención, a lo que hay que sumar los despidos de personal técnico (ingenieros forestales, técnicos especialistas) y la reducción de jornada del resto de personal, más los 65 despidos de personal de oficinas. Contra esto quizás sirva sólo aquello de cuando las barbas de tu vecino veas pelar .