Cinco años sin la central José Cabrera
01/05/2011 - 00:00
El 30 de abril de 2006, la Central Nuclear José Cabrera, volvía hacer historia. Ya lo hacía en 1969 cuando iniciaba su funcionamiento. Zorita se convertía en la primera central que se puso en funcionamiento en nuestro país y también en la primera que se cerraba, sin necesidad de que mediase un accidente, tal como ocurrió en Vandellós I (Tarragona) en 1989. En 2002, cuando se evaluaron los resultados del Plan de Mejoras y se estudió la continuidad de la planta alcarreña, se decidió por unanimidad, en la Comisión de Industria del Congreso de los Diputados, fijar la fecha de su cese de actividad. Los vecinos lamentaban el cierre y a más de uno se le caían las lágrimas al pensar que el modo de vida del que habían dependido muchas familias durante décadas llegaba a su fin. Sin embargo, la vida de Almonacid de Zorita no ha cambiado tanto. Si bien es cierto que la actividad del municipio ha disminuido con este cierre, no lo han hecho los ingresos que percibe anualmente el Ayuntamiento. Estos dependen ahora del combustible gastado que se almacena en el Almacén Temporal Individualizado (ATI) anexo a la planta y continuarán hasta que puedan trasladarlos al Almacén Temporal Centralizado (ATC). A pesar de ello, esta ayuda se considera insuficiente. Poco se sabe del Pacto por el Desarrollo de Zorita destinado a la puesta en marcha de proyectos, ya que ni el Gobierno central ni el autonómico han cumplido las inversiones previstas. A la espera, los 26 municipios del entorno ya han asumido esta situación, a la que muchos se resignan mientras que otros aspiran a volver a recoger parte de los ingresos nucleares que generaría la instalación del ATC en algún municipio del entorno. En unos tiempos en los que el emprendimiento se antoja más que complicado, la apuesta que se está haciendo en estos pueblos por poner en valor y favorece el aprovechamiento de la riqueza mediambiental, cultural y gastronómica de la comarca resulta digna de elogio, más aún cuando de nuevo está a la orden del día el debate nuclear y los pros y contras de unas instalaciones que resultan muy lucrativas para los lugares en los que se asientan.