Clara Sánchez alerta del nazismo en su premiada novela

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Redacción
La ganadora del último Premio Nadal 2010 por Lo que tu nombre esconde, Clara Sánchez, advirtió ayer de que esta novela le ha hecho darse cuenta de que el nazismo es algo que está “latente” y está “muy vivo”, por lo que consideró que “son los gobiernos los que tienen que tomar medidas” ante la llegada de nazis ya mayores, que desde hace años llegan a las costas españolas para pasar sus últimos días. No obstante, es un tema que “no ha interesado demasiado”, en un principio porque estaban bajo del franquismo, recordó.

La escritora, que ayer estuvo en Valencia para presentar su libro, confesó que en un primer momento se quedó “sorprendida” y “noqueada” ante la rapidez de las “reacciones” que despierta entre gente que le envía cartas “muy desagradables”, y lo atribuyó al hecho de que trata “el momento de la vejez, los últimos días” de los nazis y eso “molesta” tanto a ellos como sus descendientes, que le preguntan “por qué ha de meterse con esos abuelos”, y que incluso han llegado a tener la “soberbia” de pedirle leer la novela antes de publicarla.
Sánchez ha puesto en manos de abogados algunas de estas misivas, aunque por el lado contrario, y “en compensación”, recibe en su web cartas de hijos de republicanos que le han “reconfortado mucho” aseguró. Además, “tengo a la sociedad de mi parte”, sentenció.
Lo que tu nombre esconde refleja una parte “poco aireada” de los “nazis que nos conciernen”, que se ha refugiado en las playas de la Comunitat “camuflados de turistas o jubilados”, que ya son mayores pero que y que muestra a todos aquellos que “han abusado de los demás, que han cometido crímenes y han logrado salir indemnes, sin pagar”. “Monstruos que se ocultan detrás de gestos amables”, apostilló.
A través de la historia de una joven, Sandra, que se muda a un pueblo de la costa alicantina donde un matrimonio de octogenarios noruegos jubilados la ayudan, la novela se confronta dos momentos históricos: “la atrocidad de las víctimas y verdugos” del nazismo frente a la actualidad de la mirada “inocente” de la joven. Un día, Julián, un anciano argentino superviviente del campo de exterminio de Mauthausen, le pone en alerta sobre el pasado de la pareja.
Son personajes “reales”, que permiten a la autora “hablar de la condición humana e indagar en los sentimientos para saber si queda algún rastro de humanidad en ellos”.