Cogolludo recuerda a Napoleón

26/06/2011 - 00:00 Redacción

 
Ayer la localidad de Cogolludo celebraba la IV Jornada Napoleónica que contaba, como en la edición anterior, con un Mercado Goyesco que se ubicaba en la plaza porticada presidida por el Palacio de los Duques de Medinaceli; con exhibiciones de cetrería; con representaciones teatrales; francesadas, o concursos de pintura rápida, entre otras atracciones. Eran sólo alguna de las actividades que trasladaban a la localidad a épocas pasadas. El objetivo era rememorar las andanzas del guerrillero Juan Martín El Empecinado en la lucha contra la ocupación francesa en 1810, con su partida asentada en varias ocasiones en Cogolludo. Al final de la tarde, atravesaba la plaza, exhausto, un mensajero francés portando una carta del General Hugo, acampado en Humanes, para El Empecinado ofreciéndole unirse a la causa francesa. Éste le respondía desde el Palacio dejando claro “que si sólo quedara un soldado mío, aún no se habría concluido la guerra; porque todos ellos a imitación de su Jefe han jurado guerra eterna a Napoleón y a sus viles esclavos que le siguen”. La algarabía se apoderaba de Cogolludo al conocer la firme respuesta del caudillo español, bailes y representaciones de zarzuela animaban al valeroso pueblo. El sonido de los tambores preludiaban la represalia que inundaba las calles una vez caída la noche, cuando de forma inesperada los franceses irrumpían armados en la Plaza Mayor con un claro objetivo, destruir el Castillo, eje de la resistencia de los guerrilleros. Estas escenas se convertían en el mejor pretexto para que Cogolludo, un año más, convirtiera su historia en motivo de fiesta y atracción turística. Poco a poco estas jornadas napoleónicas, que nacían de la buena voluntad de la Asociación Libre Albedrío, se han convertido en una cita ineludible para los amantes de la tradición y cultura, subiéndose al carro de la recuperación histórica como modo de desarrollo y difusión del municipio.