Compromiso de Cáritas con el empleo

03/05/2012 - 18:50 Redacción

El paro, continúa siendo hoy en día uno de los grandes problemas que azotan a las personas y familias de nuestra sociedad. Cáritas, en sus servicios de acogida y empleo, está siendo testigo de las graves consecuencias que ha tenido y tiene la crisis que estamos viviendo sobre la población española en general, y sobre las personas más necesitadas, en particular. Desde los inicios de esta situación de deterioro socioeconómico, que en la actualidad supone que más de cinco millones de personas se encuentren sin empleo, de los cuales casi 250.000 desempleados son de Castilla La Mancha, Cáritas viene sosteniendo, la necesidad de provocar cambios estructurales que planteen una alternativa al modelo económico y social actualmente imperante. Y es que 2011, ha continuado siendo un año de profunda crisis que ha hecho que la curva del paro creciera dejando   en el camino  a muchas personas, y que ha endurecido la vida de otras muchas que ya vivían la crisis de manera permanente y a las que el momento actual está dando muchas menos oportunidades de poder decir “estoy plenamente insertado”
Resultado de este momento complicado, es la cantidad de personas que llegan a esta Institución por la puerta de este programa de empleo, solicitando apoyo en la búsqueda de una oportunidad laboral, que se acercan a nuestros Servicios de Orientación, bolsas de empleo, talleres de formación o empresas de inserción. Hablamos de números y parece que es el dato que identifica si una circunstancia es grave o no, pero detrás de cada dato, hay nombres, hay personas, cada una con su drama y vivencia particular, con sus historias personales y familiares de gran dificultad y dramatismo. Sin embargo, desde Cáritas, no queremos olvidar que estas mismas personas nos muestran valentía, protagonismo y fuerza para asumir  su propia historia en la búsqueda de condiciones de vida digna, de mirar hacia delante y decir “puedo”. Somos conscientes de que cada día tenemos que hacer un esfuerzo más de creatividad e inventiva para continuar con esta labor al servicio de las personas en situación de exclusión o al borde de la misma. Estamos decididos a ello. Es la esencia de Cáritas, caminar junto a los que más sufren, que nos revierte en satisfacción por colaborar al bien común de nuestra sociedad. Este 1 de mayo debe ser un estímulo y una gran dosis de esperanza para todos nosotros, para continuar levantando la voz por aquellos que peor lo están pasando, por aquellos que están acabando todo recurso para poder seguir viviendo, por aquellos que para estar plenamente insertados en la sociedad necesitan un trabajo, y es que Cáritas tiene su fundamento en la dignidad de toda persona, como es tradición en la Doctrina Social de la Iglesia, donde ocupa un lugar importante el derecho al trabajo: “Es necesario valorar el trabajo como dimensión de realización y de dignidad de la persona humana. Es una responsabilidad ética de una sociedad organizada promover y apoyar una cultura del trabajo”.  Por ello, en medio de estas duras circunstancias, Cáritas renueva su compromiso por el acceso al empleo de las personas más desfavorecidas, desde la esperanza y responsabilidad. Desde Cáritas Diocesana de Guadalajara creemos que el trabajo es el elemento fundamental de inserción, por eso nuestro programa y acciones de empleo, se encaminan hacia ese objetivo. Durante el 2011 se ha trabajado con 657 personas, desde los diferentes servicios de acogida, orientación e intermediación laboral que Caritas Diocesana Sigüenza-Guadalajara posee en la provincia pudiendo hablar de 30 personas insertadas.  Es indispensable un nuevo compromiso social y político con todos los actores: centrales sindicales, empresarios, movimientos sociales, asociaciones, Iglesia, ONG…Al mismo tiempo, pedimos a las distintas Administraciones que hagan una opción clara y eficiente por las personas más necesitadas de nuestra comunidad facilitando para ellas la inserción total en la sociedad que viene a través de un empleo digno.
La justicia y grandeza de una política y de una sociedad se mide por el grado de atención a las personas más débiles y necesitadas.
Carguémonos de esperanza e ilusión y unamos nuestros esfuerzos a favor de los que más lo necesitan.