Conciencias contra ETA
María del Mar Blanco, presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo se encargaba ayer de remover las conciencias de los alcarreños. En un momento en el que la gran preocupación de los españoles se centra en temas económicos relacionados con el empleo no resulta descabellado promover esa movilización contra la lacra terrorista. Hay que recordar que en 2006, el terrorismo, junto con el paro y la inmigración eran los asuntos que más preocupaban a nuestra sociedad. Ahora, la coyuntura ha cambiado y según las últimas encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas son el paro y la economía lo que más nos inquieta seguido de la clase política que se coloca en tercer lugar y supera al terrorismo. Quizá por eso, o porque las elecciones de mayo están cada vez más cerca y con ello, resurge la posibilidad de la presencia de ETA bajo cualquier subterfugio o disfraz, la necesidad de que el Estado se mantenga absolutamente firme en la lucha contra el terrorismo. Con ese fin, las víctimas han convocado una manifestación el próximo 9 de abril en Madrid. Se niegan a aceptar la vuelta de ETA a las instituciones tras las elecciones municipales e inciden en su postura contra la salida de los terroristas de la cárcel. Insisten en que el único comunicado que pueden esperar es el que anuncie su disolución y entrega de armas y un claro reconocimiento del dolor y el daño causado a lo largo de estos 50 años de azote terrorista. De ahí que con una entereza que todavía resulta admirable, la hermana de Miguel Ángel Blanco asesinado por miembros de la banda terrorista en 1997, apelase a la recuperación del Espíritu de Ermua que resurgió en los meses siguientes a su desafortunada muerte. No queremos la negociación, ni la doblegación del Estado de Derecho, afirmaba, a la vez que animaba a todos los alcarreños a apoyar una causa que busca alcanzar la paz pero no a cualquier precio. No todo vale, ya que una paz no tiene ningún valor sin las libertades y el respeto a la memoria de las víctimas.