Confiar en los profesionales sanitarios
01/10/2010 - 09:45
Por:
Editorial
Ayer comenzaba en toda España la campaña de vacunación frente al virus H1N1 causante de la gripe A con la que se prevé inmunizar a entre un 15 y un 20 por ciento de la población, todos aquellos considerados como grupos de riesgo por el Ministerio de Sanidad y Política Social y las comunidades autónomas: mujeres embarazadas, enfermos crónicos de más de seis meses de edad, trabajadores sociosanitarios y personal de los servicios públicos esenciales.
En Guadalajara la vacuna dará cobertura a más de 50.000 personas, que forman parte de lo que ya ha empezado a denominar como población diana. Si bien es cierto que más del 97 por ciento de los cuadros gripales detectados en nuestro país están provocados por este nuevo virus, que desde que se detectaran los primeros casos en el mes de abril ya ha provocado 88 fallecimientos, en nuestra provincia la tasa de incidencia, en la semana 44, es de 156,26 por cada 100.000 habitantes, muy por debajo de la incidencia registrada a nivel nacional, que ha sido de 325,92. A diferencia de lo que se pudiera creer, la vacunación no llega tarde, como algunos han criticado, sino en el momento adecuado, si tenemos en cuenta que estamos inmersos en plena pandemia. Pero eso no significa que haya que preocuparse. Nuestra Sanidad está preparada para reaccionar ante el incremento de casos por lo que hay que huir de falsos alarmismos como los que surgieron en los meses de junio y julio cuando se exageró en torno a este virus al compararse con la gripe de 1918. Eso no implica, sin embargo, que la Administración no deba seguir insistiendo en las campañas informativas, no sólo sobre los síntomas o las medidas de prevención sino también sobre la correcta aplicación de la vacuna. Serán los médicos y enfermeras de los centros de salud los encargados de resolver las dudas de la población y de decidir, analizando cada caso, si un paciente fuera de los grupos de riesgo necesita recibir una dosis. Tenemos grandes profesionales y debemos confiar en su criterio.