Consolidación del cambio
01/10/2010 - 09:45
Por:
Editorial
De nuevo, como cada año, el Pobre de mí, ponía punto y final una semana frenética de actividad festiva. Las Ferias 2009 tocaban a su fin y es el momento de hacer balances.
Quedan días para analizar detenidamente cuáles han sido los aciertos o los fracasos de la gestión pero lo que sí puede asegurarse desde este momento es que estas Ferias han sido las de la consolidación del cambio. El nuevo ferial se ha convertido, de forma natural, en el nuevo espacio festivo y como era de esperar la mayor parte de la población ya lo ha asumido como algo más que eventual. Atrás quedaron las protestas de los peñistas del pasado año y los recelos de los vecinos y feriantes. Aunque queda camino por recorrer, lo que es cierto es que este año han sido menos las protestas, aunque las haya, y menos los incidentes, que también los ha habido. Las Ferias es lo que trae implícito, males endémicos que son inevitables. Sin embargo, las ventajas del nuevo ferial ganan a los inconvenientes, una vez superado el trauma del traslado. Ahora hay más espacio, de hecho el nuevo recinto es más cómodo, más amplio y con más posibilidades que el anterior. Pero no sólo eso sino que, también, se ha demostrado que es más accesible. La utilización del aparcamiento del centro comercial implica que sacercarse hasta allí en coche no sea una auténtica locura, (como sí lo es moverse en coche por el centro) pero, además, el acceso a pie por la prolongación de las calle Sigüenza, se ha convertido en un paseo. Quedan superadas las primeras deficiencias detectadas en 2008 y, posiblemente, otras muchas se irán superando con el tiempo. Pero eso es en lo que consiste la aceptación normal de un nuevo espacio que, de seguro, se convertirá con los años en el mejor recinto ferial. Al menos hasta que dentro de décadas el crecimiento haga necesario un traslado. Para entonces nadie se acordará de las Ferias que se celebraba en Adoratices.