Contra los incendios: cortafuegos y extintores
30/07/2012 - 10:34
Siempre desde la humildad, y siendo consciente de que nadie tiene, por si mismo, la posesión de toda la verdad, quisiera no obstante opinar personalmente acerca de los desastrosos incendios que cada verano arrasan España y que ahora estamos sufriendo en unas zonas de Extremadura, pero sobre todo en la Junquera y en Port-Bou, provincia de Gerona, al nordeste de España.
El Estado de las Autonomás, tan puesto en cuetión ultimamente, con miles de diputados de todo orden, consejeros, ministros, presidentes, nombramientos a dedo de altos consejeros y altos asesores sin cuento, en municipios, comarcas, provincias, comunidades autónomas, no está siendo capaz, no obstante, de dar una respuesta adecuada a la proliferación de incendios en España. Lo vemos cada verano. La tierra de la vieja Iberia sólo deja de quemarse cundo ya ha adido previamente, y luego, a esperar unos años, hasta que otro incendio devore lo regenerado y a veces hasta lo plantado de nuevo.
No podemos seguir así.
De otra parte, el urbanita de hoy, con respeto se lo digo, carece de toda la enorme cantidad de recursos y extrategias de los hombres y mujeres del campo, que ellos solos eran capaces muchas veces de cortar de raiz (por que sabían) un incendio iniciado; o que eran capaces de juntarse y coodinarse para ello. Sumemos el hecho de que la España agraria de hoy ya no tiene ganaderías extensivas suficientes, y que no se limpian los bosques por parte de las administraciones, y la bomba de relojería incendiaria está servida.
Terribles imágenes nos vienen desde Gerona, con gente perdida, acorralada por el fuego, huyendo despavoridos, arrojándose al mar para salvarse, sin lograrlo, como todos hemos podido ver.
¿Qué hubiera ocurrido si en cada vehículo de los miles que quedaron atrapados en las autopistas y carreteras, hubera habido un extintor?
Seguramente muchas cosas hubieran sido distintas, pero...
Pero no lo había.
En esto consiste mi propueta ex novo, que ahora traigo aquí y que me gustaría que las administraciones y gobiernos estudiasen con urgencia: debería pasar a ser obligatorio por Ley el portar un extintor de incendios - con las seguridades que pocedan al caso - en cada vehículo que circule por nuesta carreteras.
Lo mismo digo por cada grupo de dos o más personas que vayan de excursión al campo sobre todo en verano y otoño.
En cuanto a los cortafuegos: sorprende que las administraciones, muchas de ellas dedicadas a tareas poco productivas de enfrentarse al Estado y al Gobierrno de España, o de gastarse el dinero en abrir embajadas exteriores (para lo que no tienen competencia constitucional, creo) o en viajar por todo el mundo como si fueran jefes de un Estado, o en tener radios y televisiones a su servicio etc. no hagan cortafuegos suficientes.
Hay que hacer Cortafuegos, hay que hacer un Plan Nacional de Lucha contra los Incendios, nuevo, serio, eficaz, que incluya la obligación de hacer cortafuegos y de limpiar cada año el bosque, con ganadería extensiva o con obreros de la administración pública oportuna. Y ya he insinuado de dónde podemos y pueden ahorar.
Así no podemos seguir.
Que nadie diga luego, cuando vuelvan los incendios, que nadie lo avisó: mi propuesta ex novo, que ahora traigo aquí es clara y precisa: que las administraciones y gobiernos estudien con urgencia -y debería pasar a ser obligatorio por Ley- el obligar a portar un extintor de incendios - con las obvias seguridades que pocedan al caso - en cada vehículo que circule por nuestras carreteras.
Lo mismo digo, por cada grupo de dos o más personas que vayan de excursión al campo.
El Estado de las Autonomás, tan puesto en cuetión ultimamente, con miles de diputados de todo orden, consejeros, ministros, presidentes, nombramientos a dedo de altos consejeros y altos asesores sin cuento, en municipios, comarcas, provincias, comunidades autónomas, no está siendo capaz, no obstante, de dar una respuesta adecuada a la proliferación de incendios en España. Lo vemos cada verano. La tierra de la vieja Iberia sólo deja de quemarse cundo ya ha adido previamente, y luego, a esperar unos años, hasta que otro incendio devore lo regenerado y a veces hasta lo plantado de nuevo.
No podemos seguir así.
De otra parte, el urbanita de hoy, con respeto se lo digo, carece de toda la enorme cantidad de recursos y extrategias de los hombres y mujeres del campo, que ellos solos eran capaces muchas veces de cortar de raiz (por que sabían) un incendio iniciado; o que eran capaces de juntarse y coodinarse para ello. Sumemos el hecho de que la España agraria de hoy ya no tiene ganaderías extensivas suficientes, y que no se limpian los bosques por parte de las administraciones, y la bomba de relojería incendiaria está servida.
Terribles imágenes nos vienen desde Gerona, con gente perdida, acorralada por el fuego, huyendo despavoridos, arrojándose al mar para salvarse, sin lograrlo, como todos hemos podido ver.
¿Qué hubiera ocurrido si en cada vehículo de los miles que quedaron atrapados en las autopistas y carreteras, hubera habido un extintor?
Seguramente muchas cosas hubieran sido distintas, pero...
Pero no lo había.
En esto consiste mi propueta ex novo, que ahora traigo aquí y que me gustaría que las administraciones y gobiernos estudiasen con urgencia: debería pasar a ser obligatorio por Ley el portar un extintor de incendios - con las seguridades que pocedan al caso - en cada vehículo que circule por nuesta carreteras.
Lo mismo digo por cada grupo de dos o más personas que vayan de excursión al campo sobre todo en verano y otoño.
En cuanto a los cortafuegos: sorprende que las administraciones, muchas de ellas dedicadas a tareas poco productivas de enfrentarse al Estado y al Gobierrno de España, o de gastarse el dinero en abrir embajadas exteriores (para lo que no tienen competencia constitucional, creo) o en viajar por todo el mundo como si fueran jefes de un Estado, o en tener radios y televisiones a su servicio etc. no hagan cortafuegos suficientes.
Hay que hacer Cortafuegos, hay que hacer un Plan Nacional de Lucha contra los Incendios, nuevo, serio, eficaz, que incluya la obligación de hacer cortafuegos y de limpiar cada año el bosque, con ganadería extensiva o con obreros de la administración pública oportuna. Y ya he insinuado de dónde podemos y pueden ahorar.
Así no podemos seguir.
Que nadie diga luego, cuando vuelvan los incendios, que nadie lo avisó: mi propuesta ex novo, que ahora traigo aquí es clara y precisa: que las administraciones y gobiernos estudien con urgencia -y debería pasar a ser obligatorio por Ley- el obligar a portar un extintor de incendios - con las obvias seguridades que pocedan al caso - en cada vehículo que circule por nuestras carreteras.
Lo mismo digo, por cada grupo de dos o más personas que vayan de excursión al campo.