Cospedal y Román, candidatos del PP

Las elecciones municipales y autonómicas se acercan y por lo que a Guadalajara capital y nuestra región se refiere las cartas están sobre la mesa. Daniel Jiménez y Emiliano García Page ya tienen contrincantes en su máximo rival. Antonio Román, vencedor por mayoría absoluta en las dos anteriores convocatorias, buscará un tercer mandato al frente del Ayuntamiento. María Dolores de Cospedal pugnará de nuevo por la presidencia de Castilla-La Mancha. Ambos anuncios se han producido en los tiempos marcados por el partido aunque la impaciencia llevase a las especulaciones en los diferentes mentideros respecto al alcalde, que de manera abierta y sincera ha manifestado su dilema, el mismo que hubiese tenido cualquier padre de familia con una vocación profesional declarada como en su caso es la medicina. Su gestión, con luces claras y ninguna sombra relevante, y el aval de anteriores resultados, le convertían en la mejor cabeza de cartel posible. Su decisión es un ejercicio de responsabilidad en tiempos poco propicios para correr riesgos, sin desmerecer por ello la valía de otras personas de su propio entorno no exentos de experiencia, conocimientos y posiblemente mayor ilusión. Era la mejor opción. Solo cabe pedirle que sea claro en su voluntad de agotar o no el mandato en caso de victoria que será uno de los caballos de batalla que esgrimirán sus rivales desde el minuto primero de su candidatura, extremo que, por otra parte, el votante debe conocer. En la región, la actual presidenta es también la mejor alternativa del PP, aunque por otros motivos. Cospedal, al igual que Rajoy, están llevando a cabo un programa de saneamiento y reestructuración difícil y exigente, que ha implicado sacrificio y medidas duras que necesitan de tiempo para visualizar el resultado de la recuperación ya iniciada. Las cifras y la mejoría del escenario general son su aval. Explicar lo conseguido su reto y la persistencia del sufrimiento su dificultad. Se puede entender como continuidad o como cambio, el cambio a una sociedad sin crisis. La precampaña, ahora sí, ha comenzado.