Criaturas

15/01/2016 - 23:00 Javier del Castillo

Habrá que acostumbrarse a las nuevas caras, a los nuevos gestos y, sobre todo, a los nuevos complementos que veremos en el hemiciclo durante la recién estrenada legislatura. De momento, a la vista de la sesión inaugural, me parece que la actual composición del Congreso de los Diputados puede darnos algún que otro susto, pero también tardes de gloria.
Para empezar, Carolina Bescansa, diputada de Podemos, se llevó a su bebé al escaño y se lo fue pasando a Pablo Iglesias y a Íñigo Errejón, que lo observaba ensimismado, como si fuera su hermano, con esa cara que también tiene él de niño. Aunque la criatura no tiene acta de diputado, la madre quiso compartir su nuevo lugar de trabajo con el pequeño. Prefirió exponerlo ante las cámaras, en lugar de dejarlo en la guardería que hay desde hace diez años en la propia Cámara, con mayúscula.
Los diputados valencianos de Compromís, encabezados por Joan Baldoví, llegaron hasta las Cortes acompañados por una banda de música, supongo que para mostrar su buena sintonía y el carácter festivo de la jornada. Durante el pasacalles, tuvieron la oportunidad de saludar a Juantxo López Uralde y a Jorge Luis Bail, de Equo (formación integrada en Podemos), llegando en bici al mismo edificio.
Me temo que en esta XI Legislatura las mochilas van a ir desplazando a las carteras y que los nuevos diputados y diputadas no van a defraudar a las expectativas creadas, después del variopinto resultado de las urnas.
“La realidad es más complicada que las ilusiones que se han hecho”, avisó Celia Villalobos, con casi treinta años de servicio y media docena de legislaturas en sus espaladas. Pero no en la mochila, que es un complemento que no le va nada.
Entre las imágenes que más me han llamado la atención, destacaría el cariñoso saludo de Irene Lozano y Toni Cantó, que repiten aunque por el PSOE y Ciudadanos, respectivamente, después de haber abandonado a UPyD a su deriva. También he celebrado la incorporación de Rita Bosaho, la primera diputada negra en el Congreso de los Diputados.
Pero no tanto la de Francesc Homs, antes mamporrero y hombre de confianza de Artur Mas, salvo que aspire a convertirse en embajador del nuevo estado catalán, cuando termine el “procés”.
¡Y ojo con el “procés”!, que lo están peinando.