Crisis, poco pan y mucho frío

  

  

    "El domingo, la colecta de mi Parroquia era para Cáritas, y resaltaban, en la cesta, billetes de diez y de cinco euros. El que más y el que menos, se rascó el bolsillo. ¿Qué debe hacer el Gobierno? Procurar que a nadie le falte la "caña"; es decir, el trabajo. Alarmante la tasa de paro: un 26 %; o sea, que más de una cuarta parte de ciudadanos en edad de trabajar han perdido el empleo. Se traduce en poco pan y mucho frío. Leo en un digital: "La pobreza energética abre un escenario dramático que pasa por familias con niños, pensionistas u otros colectivos de mayor debilidad que renuncian por completo a una habitabilidad siquiera razonable de su vivienda al no poder afrontar los pagos de los recibos de la luz o el gas".

 

   ¿ No nos azuza la conciencia? Un cristiano no es tal si no ayuda a su hermano, y hermanos somos todos, hijos de un mismo Padre, que nos dio inteligencia y una tierra rica para el bien general. Pero muchos poderosos ( políticos, banqueros, etc.) se inhiben ante el mandato divino de justicia y de amor, y los efectos de la ambición desmedida están en la crisis salvaje. Dios pedirá cuenta. ¿Olvidamos la parábola evangélica de "El rico Epulón y del pobre Lázaro" ? Se repite con crueldad en nuestros días, y se abrasará nuestra lengua si cerramos nuestro corazón y la faltriquera al que lo pasa mal.