Cualquier tiempo pasado fue mejor

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

LA VENTANA
ISAÍAS LAFUENTE / PERIODISTA
Na situación sombría como la que ha proyectado la última Encuesta de Población Activa, con un Gobierno naciente desbordado por los acontecimientos, con todos los frentes abiertos, parecería el momento idóneo para que los estrategas de su partido sacasen a pasear al líder de la oposición. Sin embargo, en esta semana compleja no ha sido Rajoy, sino un retornado Aznar el que ha acaparado los focos.
El lunes defendió una reforma urgente del mercado laboral en unas jornadas de la FAES. Este fin de semana asegura en una entrevista concedida a un semanal tener la receta para superar la actual situación económica, y afirma que con él en el Gobierno no hubiera habido esta crisis. Y por si fuera poco, el pasado miércoles protagonizó un almuerzo con sus ministros de 1996 para apoyar la candidatura de Mayor Oreja a las elecciones europeas.
¿A quién se le ocurrió la idea? ¿Cuál es el mensaje que se pretendía lanzar? La foto tiene ese aire manriqueño que remite a la nostalgia de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Desde esa perspectiva el mensaje es claro y pretende dejar en evidencia a Zapatero contrastando la foto fija de la situación económica actual con la de aquellos años prodigiosos en los que España pudo llegar al euro. Pero al personalizar el milagro en Aznar, al dar un papel secundario a Rajoy en la instantánea, no es uno sino dos los dardos lanzados, y uno de ellos tiene como destinatario al propio Rajoy.
El actual líder del PP está demostrando tener una extraordinaria capacidad de resistencia. Cualquier otro político en su lugar, con dos derrotas electorales a sus espaldas frente a un candidato al que consideran la encarnación de todos los desastres, con algunos procesos judiciales abiertos que tocan a dirigentes de su partido, estaría fuera de la circulación. Pero él sabe que las elecciones en España no se suelen ganar, sino que las suele perder el adversario. Esa es su gran esperanza, porque parece claro que su mentor no está dispuesto a habitar las sombras para permitirle brillar con luz propia.