Cumbre sobre cambio climático

  Falta muy poco para que termine la XVII Cumbre de la Organización de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Parece ser que, nuevamente, va a ser un fracaso. No se prevé que se alcancen grandes acuerdos para solucionar el problema. Señal inequívoca de que lo que en el mundo está reinando es el egoísmo. Ningún país quiere ceder, nadie quiere contaminar menos si eso significa un menor desarrollo económico. No se quiere otorgar a los países pobres la posibilidad de desarrollarse más. Gobierna la avaricia. ¿Hasta cuándo?

  Por otro lado, ¿quién es la Organización de las Naciones Unidas, ONU, para decidir? ¿Tiene autoridad moral para imponer alguna cosa a los distintos Estados del planeta un organismo que, recientemente, ha propuesto que el aborto es un medio muy eficaz para combatir el cambio climático, ya que gracias al aborto nacen menos personas y, en consecuencia, la contaminación de origen humano es menor? Pensemos un poco. Eso sí, mientras tanto, relevantes personajes de la vida pública a nivel mundial han disfrutado de comidas y cenas por todo lo alto, se han alojado en lujosos hoteles y se lo han pasado muy bien, a costa del dinero de los ciudadanos. ¡Qué bonito! .