De concejos abiertos a corporaciones locales

20/02/2011 - 00:00 Redacción

Solo si echamos la vista atrás podremos entender la principal motivación de la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General que fue consecuencia del importante debate mediático que se suscitó en las semanas siguientes a las elecciones generales del 9 de marzo de 2008. La asignación de escaños en el Congreso de los Diputados producida por los resultados de esos comicios evidenció de forma particularmente clara las deficiencias en la proporcionalidad de nuestro sistema electoral. Sin embargo, la modificación de la ley ha ido un poco más allá y, aunque nos encontramos ante una reforma legislativa insuficiente, (se ha perdido una oportunidad especialmente idónea para mejorar nuestro sistema) sí supone una modificación sustancial en aspectos como el modo en el que se elegían a los representantes municipales en las localidades de menos de 100 habitantes, que hasta ahora se regían forzosamente por régimen de concejo abierto. En ellos se establece la necesidad de crear una corporación formada por el alcalde y dos concejales más, que será elegida por el sistema mayoritario de voto limitado, aunque se permitirá, no obstante, que los municipios que lo deseen continúen con el régimen de concejo abierto, si tras la constitución de la nueva corporación lo aprueba ésta por unanimidad y con el respaldo de la mayoría de los vecinos. Esta modificación obedece a la conveniencia de mejorar la gestión en esos municipios de reducido tamaño, en los que hasta ahora todas las competencias recaían en la persona del alcalde y en muchas ocasiones se complicaba la toma de decisiones por la necesidad de convocar a la asamblea vecinal, en la que resultaba difícil alcanzar el quórum necesario. Así pues, los 8.022 ciudadanos que viven hoy en los 151 municipios de menos de 100 habitantes en Guadalajara se enfrentarán en las próximas elecciones a un cambio sustancial en el sistema de elección, que obliga a los partidos a una mayor dedicación en la búsqueda de candidatos, pues antes bastaba con que presentaran a un candidato y ahora podrán presentar dos o incluso tres. Pero más allá del esfuerzo pre-electoral, con esta medida se regula la participación en la vida pública, aunque habría que valorar con detenimiento si eso era totalmente necesario en estos momentos. leyes catastrofistas y sin apurar la resistencia de unos negocios tocados por la crisis..