De la FIFA

03/06/2015 - 23:00 Pedro L.Toledo

Madrid, una calurosa mañana de mayo. Un hombre llega a su despacho de la Avenida de Pío XII, como cada día. Y también como cada día, lleva un anodino traje azul, una camiseta blanca y una corbata de la misma tela que el traje. Se sienta en su despacho y saca un sofisticado teléfono anti-espías para marcar un número que muy pocos conocen. Se dirige a su interlocutor en un perfecto inglés, herencia de su paso por Harvard University. - Helo James ¿cómo va la cosa? - Nada especial, un asesino en serie en Ohio que ha descuartizado a 17. Un chico que se ha atrincherado en un Instituto en Sacramento, lleva ya 22 muertos. Ah y tres afro americanos que hemos “ejecutado” cuando los deteníamos. Vamos lo de siempre. - Necesito un favor, quiero que te cepilles a la FIFA. - Eh, pero ¿qué dices Florentino? Todo el mundo sabe lo que ocurre ahí. Yo mismo te avisé de que su presidente había perdido la cabeza, aunque era evidente. Aún recuerdo cuando quiso aumentar el tamaño de las porterías o que en el femenino jugaran con un top en lugar de camiseta. - Ya ya, pero no es por eso. - Pues tú me dirás. Porque por la corrupción no será. Barcenas o Rato, son angelitos, al lado de los que hay ahí metidos. Alguno compatriota tuyo, por cierto. -Ponlo como excusa, pero actúa, no soporto más la presión. Ganó el Barça la Liga y traté de taparlo con el baloncesto. A la semana, para que ocultar las celebraciones, conseguí que Marianín colocara las municipales. Pero esta semana con la Europa League del Sevilla y la final de Copa, no tengo ni un Benítez que echarme a la boca. -¿Entramos a saco entonces? espero que no se rebote Putin o los árabes que han metido ahí dinero a espuertas. En cualquier caso, lo primero es lo primero. Soy el director del FBI y todo el mundo sabe que estoy para servir a América y al Real Madrid, aunque no precisamente en este orden. - Si es posible, dejas a Blatter y a Villar para el final. Más que nada, por si Morata no nos da una alegría. Hemos de taparlo de cualquier manera. Al fin y al cabo, la única quinta buena era la mía. Bueno y la del Buitre, que por algo es mi portavoz aunque no sepa hablar. - Verás que susto se van a llevar, además que pasado mañana son las elecciones. - Calla calla, que de sustos en las elecciones, andamos por aquí, más que servidos. De hecho hay una cancioncilla por Génova que dice algo así como “para gustos los colores y para sustos los de los electores”. - Jeje, cuídate y ya sabes que por allí decís que la Esperanza es lo último que se pierde. - Ya ni eso, con decirte que voy a hablar con Marcelo para me deje pelo y hacerme unas rastas. James Comey, cuelga el auricular y trasmite las órdenes recibidas, antes de relajarse en su sillón del número 935 de Pennsylvania Avenue. Al fin y al cabo, tiempo habrá de informar a Obama. James como todo el mundo sabe que el que manda, manda. Y en este mundo, el que manda es Florentino. Que la fuerza os acompañe.