De la verdad y la mentira

31/05/2015 - 23:00 Jesús Orea

Decía el poeta realista del XIX, Ramón de Campoamor, que “en este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. Esta pieza menor, que no pasa de ser un doble pareado, sí que contiene una gran verdad y adquiere aún mayor dimensión de certeza en las noches de las jornadas electorales. En la del pasado domingo, sin ir más lejos, como suele ser habitual, la mayor parte de los partidos políticos –salvo, por razones obvias, “UPyDEP”, como irónicamente se le llama últimamente a la formación de Rosa Díez-, comparecieron públicamente para proclamar que, de una forma o de otra, mirando las cosas a través de sus interesados cristales, habían ganado las elecciones, cuando en realidad también las perdieron todos, viendo la realidad desde el otro lado. Mi joven amigo y compañero, el polítólogo yebrano Borja Torre, que inició su carrera periodística, precisamente, en Nueva Alcarria, lo definía muy bien: “fue una noche sin vencedores”. Efectivamente, la del 24 de mayo fue una jornada electoral en la que casi todo el mundo ganó y perdió algo, pero casi nadie ganó ni perdió del todo. Centrándonos en los ámbitos regional, provincial y local, podríamos hacer el siguiente balance de lo que ganaron y perdieron los cuatro partidos que protagonizaron la noche del domingo y que la tiñeron de cuatro colores: el azul del PP, el rojo del PSOE, el morado de Podemos –aunque disimulado en coaliciones de variada nominación- y el naranja de Ciudadanos: El Partido Popular de Dolores Cospedal perdió la mayoría absoluta en la Junta, obteniendo 16 de los 33 escaños en juego, quedándose sólo a uno, por tanto, de volver a detentar el poder en el gobierno regional. Sin duda, se trata de un drama político para los populares pues recuperaron Castilla-La Mancha hace apenas cuatro años, después de más de veintiocho de gobiernos socialistas, pero si nos fijamos bien en los números, resulta que el PP no ganó el tercer escaño en Guadalajara, arrebatándoselo a Podemos, por apenas 978 votos, lo que le habría dado de nuevo aquí la mayoría absoluta. Y en Toledo, Ciudadanos se quedó a 1.070 votos de poder quitarle el escaño a Podemos, lo que habría cambiado sustancialmente las posibilidades de formación de mayorías en la región, beneficiando en este caso al PP ya que los de Albert Rivera han anunciado que únicamente van a gobernar donde son mayoría y que no van a pactar con nadie, por lo que dejarán gobernar a las formaciones más votadas. En lo tocante a las capitales de provincia de la región, aunque el PP no ha obtenido la mayoría absoluta en ninguna, podrá volver a gobernar en Albacete, Cuenca y Guadalajara –en este caso por apenas 45 votos, que dieron a Román el undécimo concejal-, donde sus escaños más los de C´s suman mayorías absolutas; por tanto, sólo ha perdido Ciudad Real y ha recuperado Cuenca. Analizando lo que ha ocurrido en las diputaciones de la región, el PP mantiene la mayoría absoluta en las de Cuenca y Guadalajara –en este caso, pendiente aún de resolverse en la Junta Electoral la reclamación de IU-Ahora por la que piden que se sumen todos los votos que han obtenido en las ciudades y pueblos en que se han presentado porque en instancia administrativa no se han sumado, lo que, de aceptarse, daría un diputado provincial menos al PP y uno más a Ahora, manteniendo de todas formas los populares la mayoría simple y, gracias a C´s, el gobierno provincial- y la relativa en Toledo, perdiendo sólo la de Albacete pues la de Ciudad Real ya la gobernaba el PSOE. Sin duda, el PP fue el gran perdedor de la noche electoral, pero no se dejó todos los pelos en la gatera y salvó bastantes más muebles de los que a sus oponentes les hubiera gustado. Si por los gestos de euforia fuera, el gran vencedor de la noche habría sido, sin duda, el PSOE de Emiliano García Page, probable nuevo presidente regional si se concreta el previsible apoyo de Podemos, que él dio por hecho, algo que ha molestado a los de Pablo Iglesias en la región. El cristal a través del que miró los resultados Page le da la victoria, pero en realidad el PSOE perdió posiciones respecto al PP y Cospedal ya que, hace cuatro años, los socialistas obtuvieron sólo un escaño menos que los populares y, esta vez, dos, aunque puede que, finalmente, el voto del CERA (Censo electoral de los residentes ausentes) otorgue un escaño más al PSOE, a costa de Podemos, en Albacete; o sea, que perdiendo van a ganar, pero no por sí mismos, sino gracias a Podemos, lo que podría ser pan político para hoy y hambre para mañana pues los de Iglesias obligarán a Page a hacer políticas de izquierda pura –no digo también que dura en espera de acontecimientos-, cuando el PSOE regional hace tiempo que, estratégicamente, de la mano de su mentor y factótum, José Bono, ha solido practicar políticas de izquierda moderada. Quien va a tener la llave del poder de la Junta y de muchos Ayuntamientos, especialmente los más poblados, así como de la Diputación de Albacete, va a ser Podemos, aunque en estas elecciones ha comparecido en coaliciones de nombres diversos y, en algún caso, con compañeros de viaje también diferentes, si bien todos ellos de izquierda-izquierda, por supuesto. Pero los de Iglesias sólo han obtenido 4 escaños de 33 en el parlamento regional, cuando aspiraban a bastantes más, en función de sus propias expectativas y de algunas encuestas, y apenas van a gobernar en unos pocos ayuntamientos, aunque sí van a ser claves en bastantes. El peligro que tienen es hacer sólo de muleta del PSOE, regalando a éste el poder que no ha obtenido por sí mismo en las urnas. Si es así, dentro de cuatro años el “pez grande” se comerá al “chico”; incluso en las elecciones generales de noviembre, puede que ya se vuelva a llevar más el rojo que el morado si Podemos y sus socios no gestionan bien su poder. En lo que a Ciudadanos respecta, sin duda es una decepción para los de Albert Rivera no haber entrado en el parlamento regional, si quiera con un escaño, que podría haber sido decisivo. Donde sí van a ser determinantes sus concejales es en los Ayuntamientos de Albacete, Cuenca y Guadalajara y en la Diputación de Toledo –puede que también en la de Guadalajara si, finalmente, la Junta Electoral quita un escaño al PP y se lo da a Ahora-, en la elección de los titulares de las respectivas corporaciones. Parece que C´s va a permitir que gobiernen las listas más votadas y no van a pactar con nadie, algo que, sin duda, es pura estrategia marcada desde Barcelona por Rivera que quiere llegar “virgen” a las generales –es decir, poder inclinar entonces el poder hacia el PP o el PSOE dependiendo de los resultados-, tras las que pretende ser decisivo para la formación del gobierno de España.