De los morlocks de Hacienda

03/03/2014 - 23:00 Pedro L.Toledo

Hace escasos días, se hicieron públicas las estadísticas del cumplimiento del Plan de Mejora de la Administración y del Servicio Público. Hemos de recordar, que acorde con este plan, el gobierno aprobó a principios de 2013, la Agenda Digital para España. Que se enmarca dentro de la Agenda Digital para Europa, pretendiendo que: “…nuestro país alcance los objetivos de la Agenda Digital para Europa, maximizando el uso de la Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, con el fin de mejorar la productividad y competitividad de nuestras empresas, modernizar la economía y la sociedad con el uso eficaz de las tecnologías por parte de la ciudadanía, las empresas y las Administraciones Públicas”. ¡Ahí es nada la pomada¡ o lo que es lo mismo, pedazo de párrafo, para venir a “vendernos la moto” de que el año pasado, nos ahorramos 2.785 millones de euros, gracias a esta medida. No hemos de engañarnos (ni dejar que nos engañen), puesto que hemos de tener claro, que el uso de las TIC suele llevar siempre de la mano, un ahorro de medios, de tiempo y de dinero. Pero el abuso de las mismas, puede llevarnos al efecto contrario.
Para ello nada mejor que ver un ejemplo. El pasado 26 de noviembre de 2013, el Boletín Oficial del Estado, publica la Orden HAP/2194/2013 de 22 de noviembre, por la que se regulan los procedimientos y condiciones generales para la presentación de determinadas autoliquidaciones informativas de naturaleza tributaria. Por resumir la orden, simplemente diré que en ella es en que la viene recogida, la imposición obligatoria para todos los autónomos, de presentar las declaraciones informativas por vía telemática. Hemos de recordar, que la mismísima Defensora del Pueblo, doña Soledad Becerril, ha solicitado a la Agencia Tributaria, que dicha norma fuera retirada.
Y llevando dicho ejemplo a la práctica, bien podemos tener el caso de un particular, don Fulanito, que cobra el alquiler de un piso a una empresa para su uso como oficina. Arrendamiento al que ha de repercutir el oportuno IVA del 21 % y proceder a presentar trimestralmente el Modelo 303 para realizar su pago. En este caso, de momento (todo se andará), no hay variación alguna, para esas declaraciones trimestrales. Don Fulanito en cuestión, si no es muy ducho en la informática, se puede comprar el impreso en Hacienda, lo lleva a su banco (esquiva la campaña de las cacerolas de turno) y lo paga. Todos los años, en el mes de enero, don Fulanito, está obligado a presentar el Resumen Anual del IVA, modelo 390. Hasta ahora, don Fulanito, compraba el modelito, lo rellanaba con su “BIC cristal” (puesto que es un clásico) y lo presentaba en el Registro de la Agencia Tributaria o en su defecto por correo certificado administrativo.
Pero llega el 2014 y don Fulanito, no puede presentar ese resumen anual en papel, excepto que quiera pagar una sanción de 1.500 euros. Lo ha de presentar por vía telemática, bien por SMS o bien por la página www.aeat.es. Para lo uno o para lo otro, ha de sacarse una firma digital o usar un sistema híbrido inventado por la Agencia Tributaria, mediante la mencionada página web, llamado PIN 24 horas. Simplemente diré, que yo, que me dedico a esto y que por tanto conozco perfectamente el procedimiento, lo calificaría, al menos como farragoso. No quiero ni pensar, los calificativos que puede usar para definir a quien pergeñó la norma, aquel que igual usa el ordenador de manera ocasional o que le ha de pedir el favor a su hijo o al listo de su cuñado. No hemos de olvidar, que hay mucha gente que tiene un perfil determinado, a los que esta medida les pilla a contrapié.
Puede ser por edad, por falta de medios o por falta de capacidad, o por una mezcla de todas estas cosas. Pero cuando oyen hablar del ahorro que traen medidas como esta, se echan a reír, por no llorar. Después respiran hondo, miran hacia el cielo, sueltan un exabrupto y rememoran a H. G. Wells, cuando decía, que “nadie debe permitir que el reloj y el calendario le impidan ver el hecho de que cada momento de su vida es un milagro y un misterio”. Aunque en el fondo lo que piensen, es que el milagro y el misterio es que se recupere la economía de este país. Y es que, por seguir con Wells, hay tantos “Morlocks” pululando entre nuestra clase dirigente, en especial en la Agencia Tributaria, que igual cuando descubran que no somos gráciles e inofensivos “Elois” va a ser demasiado tarde. Que la fuerza os acompañe.