Defensa de la institución del matrimonio

16/10/2013 - 00:00 Pedro J.Piqueras

 
 
 
  En una sentencia inaudita, que revela hasta qué punto se ha pervertido el sentido mismo de la verdad y de la justicia, la Corte Suprema de los Estados Unidos ha declarado inconstitucional la definición de matrimonio como la unión de un hombre y una mujer.  Ante una sentencia así el portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), en rueda de prensa al término de la reunión de la Comisión Permanente de la misma CEE, recordando el documento, que ya emitieron los obispos cuando en nuestro país se legalizó el llamado “matrimonio” homosexual. Lo que ocurrió en España y ahora acaba de ocurrir en Estados Unidos como también hace unas semanas en Francia, es una redefinición del concepto natural del matrimonio que viene a despojar a la sociedad del núcleo mismo del progreso humano, basado en la familia natural donde los hijos tengan padre y madre.
 
  La ideología de género abre así una nueva brecha en su objetivo de destruir la cultura y la civilización (deconstrucción lo llaman) que han dado su razón de ser al mundo occidental, en lo que bien puede considerarse como una carrera hacia el suicidio colectivo. En todo caso, la Iglesia norteamericana ha visto en esta grave sentencia un nuevo reto para redoblar su testimonio en defensa de la institución matrimonial, una tarea, pienso, que compete, en realidad, a toda la cristiandad en el mundo entero y en todos los tiempos. El Papa Francisco, hace tan solo unos días, ha hablado claro sobre el matrimonio formado por un hombre y una mujer y el derecho de los hijos a tener padre y madre.