Del aceite a la aceituna

10/01/2011 - 00:00 Redacción

Guadalajara apuesta por su aceite, y como no podía ser de otro modo, por su aceituna. Desde que en mayo de 2003 se constituye la Asociación Oleícola de la Alcarria, que es el Organismo encargado de promover y solicitar la Denominación de Origen Aceite de la Alcarria este cultivo toma fuerza en el campo provincial. La variedad, denominada castellana tolera perfectamente heladas de hasta -5ºC, sin que se genere incremento excesivo en el índice de peróxidos, condición que pocas variedades toleran en este grado. Este factor es destacable, al ser esta comarca muy propicia a los descensos de temperatura que otras variedades aguantarían y que históricamente no se han implantado en la zona. Las características climáticas y la influencia de estas en el producto, son otras dos grandes señas de identidad de la comarca en las que son habituales las bajas precipitaciones y los veranos calurosos. Esto ha propiciado la selección natural para que sea esta comarca, la única en la que esta presente el producto aceite de oliva virgen, prácticamente monovarietal de la variedad, castellana o verdeja. Pero además de por el producto final en forma de aceite, el cultivo de olivar supone, también, un beneficio medioambiental. De este modo, protegen el suelo contra la erosión, contribuyen al mantenimiento del paisaje, su masa vegetal sirve de sumidero de CO2 y participa en el desarrollo rural de la provincia.Las características de la planta del olivo han determinado la actual situación de este sector. Al ser una planta adaptada a condiciones difíciles de suelo y pendiente, es común su ubicación en zonas donde otros cultivos no podían sobrevivir. Todo ello ha dejado una estructura muy atomizada de muy pequeños olivares con varios propietarios. Además, muchas de las plantaciones se hicieron con poca separación entre árboles, lo que dificulta su mecanización para la recolección y fomenta que se realice de forma artesanal y familiar. Sin embargo, los precios del aceite de oliva están muy bajos, con cotizaciones ruinosas, incluso por debajo de los costes de producción. Entre todos debemos saber apreciar lo nuestro y consumir nuestro aceite si queremos que este sector sobreviva.BR>