Del balonmano en Guadalajara

04/09/2015 - 23:00 Pedro L.Toledo

 Éramos pocos y parió el balonmano. No somos muchos los que seguimos este deporte en Guadalajara y le dio al balonmano por parir dos clubs. Dos clubs que parece ser eran uno solo, pero por una extraña conjunción de Júpiter con Saturno, resulta que ahora son dos y antes también lo eran. Resulta también que juntos de la mano, se les veía por el jardín y parecía que no podía haber nadie en este mundo tan feliz. Pero resulta también, que por interés te quiero Andrés, con lo que el encanto se rompió cuando el dinero escaseó y los enamorados ya no son tales. Unos no renuevan un convenio, acusando a los otros de su incumplimiento: cierto. Otros se defienden diciendo que los otros tampoco lo han cumplido: cierto también. Pero ninguno dice que no se ha cumplido por ninguna de las dos partes, quizá porque no se podía cumplir o quizá porque estaba hecho para que no se cumpliese. Con lo que llegados a este punto, andan cual pareja recién divorciada, realizando serios, penosos e incluso desvergonzados intentos por “secuestrar” para su causa a las verdaderas víctimas de este proceso: los niños y niñas de Guadalajara que quieren practicar balonmano. Unos se defienden (atacando a los otros) porque ellos son solo un grupo de padres de jugadores y jugadoras con buena intención (cuestión moral). Los otros se defienden (atacando a los otros) con argumentos legales (cuestión legal o alegal más bien). Si hablamos de moralidad he de ser capaz de preguntarme lo siguiente: ¿Es moral, que un club de Madrid, con niños y niñas de Guadalajara, que juega como local en Alcalá de Henares y está inscrito en la Federación Madrileña, disponga de pistas de entrenamiento gratuitas en los mejores horarios en la ciudad de Guadalajara, con preferencia sobre otros clubs de la ciudad, también con niños y niñas de Guadalajara, que juegan aquí y están inscritos en Ligas Locales o en la Federación de Castilla-La Mancha? Y si hablamos de legalidad, igual es que soy muy torpe, pero no he encontrado ley, norma, reglamento u ordenanza que lo impida realmente. Quizá podríamos decir que estamos ante un fraude de ley o abuso de derecho, aunque supongo que algún compañero abundará en mi ignorancia, puesto que ni la Filosofía ni la Teoría del Derecho, fueron nunca lo mío. Por tanto, vemos como tienen razón y como la pierden, tanto los unos como los otros. No dándose cuenta, o no queriéndosela dar, de que como sigan así, van a romper el juguete. Y lo que es peor, van a quedarse niños y niñas de nuestra ciudad sin jugar a lo que más les gusta. Puedo afirmar que creo que todos y cada uno de ellos, lo hacen con buena fe y con buena intención (aunque a veces no lo parezca) pues a todos conozco y todos son excelentes personas (aunque a veces no lo parezca). Creo que deberían hacer un esfuerzo, sentarse, hablar e integrarse en un solo ser, sin dobleces y sin esconderse cartas bajo la manga. Y si las negociaciones se rompen, hacer caso a Maquiavelo: volverse a sentar y comenzar a negociar de nuevo. Para terminar siendo lo único posible y viable, una sola entidad en la que la cantera fuera independiente económicamente de la referencia profesional. Que la fuerza os acompañe.