Del duro enero
26/01/2014 - 23:00
Estamos en el duro enero. Dureza que contrasta, con aquellos tiempos en que éramos 13 o 14 en la empresa. Yo me limitaba a visitar clientes, emitir presupuestos y pasar facturas al cobro. Facturas, que incluso la gente pagaba. Hoy, también pagan, pero por adelantado. Han sido cuatro cogidas graves, en forma de concurso de acreedores, con quitas cercanas al 70 %, las que me hicieron cambiar la forma de cobro. Y también, claro está, la forma de vida. Llevaba varios años sin ponerme el mono, sin tener que remangarme en el taller. Y ahora llevo ya casi cuatro años, en los que no me lo puedo quitar. Solo quedamos tres y porque no podemos ser menos. Lo poco que había ahorrado, se fue en las indemnizaciones de despidos, pagarés devueltos de clientes y honorarios diversos que a nada me llevaron. El llegar a fin de mes y conseguir llevar algo a mi casa, se ha convertido en misión imposible desde hace ya más de un año. Menos mal que mi mujer es funcionaria y con su sueldo podemos comer y pagar la hipoteca de la casa, al menos de momento. Y hablando de hipotecas, la de la nave cae como una losa, el día 5 de cada mes, para que luego digan que no hay quinto malo. Según está la cosa, muchas veces, tengo que rebuscar calderilla, hasta en el cenicero del coche para poder pagarla. Y todo por una nave que tengo medio vacía y que compré con mucha ilusión a precio de oro, cuando todo costaba mucho pero no valía nada. Con respecto a los trabajadores, con suerte les puedo pagar allá por el día 20. Eso sí, tienen pendientes dos extras cada uno y rara es la semana que no están un par de días barriendo la nave a falta de otro trabajado por hacer. Estamos en el duro enero y me llama mi asesor y me dice: - Que tengo que pagar el IVA y las retenciones del IRPF. - Que a partir de este mes, los seguros sociales de los trabajadores, me van a costar unos 46 euros más al mes de cada uno, porque he de cotizar por el plus de transporte. - Que mi cupón de autónomos, pasa de 256.72 euros a 314.40 euros, por ser administrador de una sociedad limitada. - Y que si quiero despedir a algún trabajador, ya me puedo ir olvidando de los 8 días de indemnización que asumía el FOGASA, en caso de despido por causas objetivas. Estamos en el duro enero y vuelvo a escuchar a Rayoy, que estamos saliendo de la crisis, me echo a temblar. Estamos en el duro enero y vuelvo a escuchar a Montoro, que habla de la reforma fiscal y desmentidos sobre el IVA al 23 %. El temblor ya no es temblor, es terror. Estamos en el duro enero y corro sin parar para huir de la sinrazón. Que la fuerza os acompañe.