Dentro de una sana laicidad
01/10/2010 - 09:45
Cartas al director
JESÚS MARTÍNEZ Madrid
El Cardenal García-Gasco aseguraba que la sana laicidad nada tiene que ver con el laicismo radical y excluyente que se presenta hoy en España
Ni tampoco con el laicismo radical y excluyente que, de forma diáfana o con ciertos camuflajes, se presenta actualmente en nuestro país, y también en otros países de tradición y mayoría cristiana, añadimos nosotros.
Ni tampoco con el laicismo radical y excluyente que, de forma diáfana o con ciertos camuflajes, se presenta actualmente en nuestro país, y también en otros países de tradición y mayoría cristiana, añadimos nosotros.
De igual forma, decía el cardenal que la libertad religiosa no es tal cuando se convierte en una política de apartheid, de confinar la religión a la sacristía. ¿No les parece que no hay contraposición entre una visión de la vida enraizada firmemente en la dimensión religiosa y un orden social respetuoso con la dignidad y los derechos de la persona? Si no la hay ¿porqué actuamos como si la hubiera? Los creyentes estamos llamados a proponer una visión de la fe, no en términos de intolerancia, discriminación o conflicto, sino de total respeto a la verdad, la coexistencia, los derechos y la reconciliación, y es que debemos presentar la libertad religiosa como piedra esencial del edificio de los derechos humanos. La libertad religiosa corresponde a la unidad de la persona, aun distinguiendo claramente entre la dimensión de ciudadano y la de creyente, dentro de una sana laicidad.