Día Mundial del Agua
Ayer, Día Mundial del Agua, todos los focos mediáticos estuvieron, justamente, en Japón o Libia. Entre tanto dolor, podemos dar al menos una buena noticia al mundo: si seguimos con el ritmo de progreso actual, en 2015 habremos cumplido el Objetivo de Desarrollo del Milenio relacionado con el agua. Será gracias, fundamentalmente, a los avances en India y China. Pero hoy hay que reivindicar también uno o dos minutos de atención para los 794 millones de personas que viven en ciudades sin saneamiento básico o para los 141 millones que no tienen fuentes de agua protegidas. Porque lo cierto es que el Objetivo del Milenio no se habrá cumplido en África y tampoco podremos alcanzar la meta relacionada con el saneamiento. El tiempo nos apremia en un mundo crecientemente urbano: cada dos segundos hay una persona más en las ciudades. De esta expansión urbana, el 40% se produce en suburbios. Suburbios donde la gente tiene que defecar al aire libre o en una bolsa de plástico que luego arrojan a un basural despotregido y donde los más pobres tienen que pagar hasta 10 veces más por el agua distribuida en camiones. Sólo abordando este reto con determinación podremos evitar que cada día mueran 4.000 niños por algo tan aparentemente simple como una diarrea. ?