Dios existe

Nuestros padres nos han dado el cuerpo, pero Dios nos ha dado la vida al infundirnos el alma. El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre y lo podemos descubrir por medio de las cosas creadas; las facultades del hombre lo hacen capaz de descubrir la existencia de Dios, y luego, con la ayuda de la fe. Además tenemos la Revelación, la tradición, los profetas, y lo más impresionante: que Dios se hizo hombre; realizó milagros, sanó enfermos de cuerpo y de alma. ¿Quién resucita a un muerto después de tres días? Negar lo obvio es una simpleza. Quizá puedan plantearse: “Yo a Dios no le veo”; quien lo trata, lo ve en cada suceso ordinario. Es un padre amoroso que escucha y habla, pero si nuestro corazón lo ponemos en otros dioses, la fama, el dinero, los placeres… (y esto no llena, insatisface), no lo encontraremos.

Las personas que lo niegan, en el fondo, saben que hay Dios, si no no lo mencionarían, por eso me da pena, y rezo para que le amen. Quizá les pueda ayudar una frase de Doria (rumana): “Si cortas tus cadenas te liberas, pero si cortas tus raíces mueres”.