Dios no nos ama a tiempo limitado
21/11/2013 - 00:00
El Papa Francisco dijo antes del rezo del Ángelus del domingo 10 de noviembre en la Plaza de San Pedro que si miramos sólo con el ojo humano, estamos llevados a decir que el camino del hombre va de la vida hacia la muerte. Jesús vuelca esta perspectiva y afirma que nuestra peregrinación va de la muerte a la vida: ¡la vida plena! Por lo tanto la muerte está detrás, a la espalda, no delante de nosotros. Y es que la vida después de la muerte no tiene los mismos parámetros de aquella terrenal.
La vida eterna es otra vida, en otra dimensión donde, entre otras cosas, no existirá más el matrimonio, que está ligado a nuestra existencia en este mundo. Los resucitados -dice Jesús- serán como los ángeles, y vivirán en un estado diferente, que ahora no podemos experimentar y ni siquiera imaginar. Así lo explica Jesús. Pienso que es conveniente recordar estos principios siempre pero especialmente durante este mes dedicado a los difuntos.