Distracciones al volante

06/03/2012 - 00:00 Redacción


Con motivo del alto porcentaje de accidentes que supone la desatención en la conducción (4 de cada 10 accidentes tienen como factor concurrente la distracción), la Dirección General de Tráfico ha puesto en marcha hasta el próximo domingo 18 de marzo una campaña especial de sensibilización y concienciación de los peligros que entrañan las distracciones al volante. El dato es demoledor: las distracciones causan el 39% de los accidentes de tráfico en España, justo el doble que el exceso de velocidad. En 2011 las distracciones causaron 566 accidentes mortales en carretera en nuestro país, en los que fallecieron 606 personas y 556 resultaron heridas de diversa consideración. En Guadalajara, de los 19 fallecimientos producidos en un total de 15 accidentes, cinco fueron como consecuencia de las distracciones al volante, lo que supone un 33,33%, casi cinco puntos por debajo. Según algunos estudios sobre las distracciones al volante, entre ellas aparecen algunas tan típicas como el uso del móvil, fumar, manipular el GPS, el fenómeno del microsueño…, etc. En definitiva, cualquier desatención al volante puede tener consecuencias fatales. Puestos a dar importancia, entre las más habituales, destaca el uso del teléfono móvil mientras se conduce, e incluso hablar por el manos libres. No en vano, los últimos estudios aseguran que hablar por el móvil impide recibir un 50% de la información de la carretera. Tampoco hay que olvidar la simple acción de encender y apagar un cigarrillo, ni la de la típica distracción por dedicar demasiada atención al navegador del coche o de la fatiga al volante. Todas estas prácticas tan comunes se convierten en un peligro. El tipo de accidente más frecuente provocado por la desatención en la conducción es la salida de vía, el choque con el vehículo precedente o el atropello. Si a la distracción se le suma un exceso de velocidad, ambos factores incrementan el riesgo de accidente y la lesividad del mismo, ya que el tiempo de reacción disminuye. De ahí, la importancia de que no nos confiemos y que pongamos los cinco sentidos cuando estamos conduciendo. Que nos recuerden esto podría parecer redundante pero las tristes estadísticas demuestran que no lo es.