Duplicidades
10/02/2011 - 00:00
Justo ahora que el debate político se centra en evitar duplicidades de competencias y gastos entre administraciones. Justo ahora que algunos del PP quieren aprovechar para ir más lejos y cuestionar la razón de ser de las Comunidades Autónomas, rescatando postulados del postfranquismo nunca abandonados del todo por algunos de sus más destacados líderes. Justo ahora, llega Román con su tropa a duplicar servicios que ya existen en Guadalajara, prestados con eficacia y eficiencia por la Junta de Comunidades. Esa es la tan cacareada austeridad que dice defender el PP.
Lo último ha sido la oficina municipal de turismo, instalada en una caseta prefabricada a 100 metros de la Oficina de Turismo de toda la vida, la que está adherida a la red Infotur. 70.000 euros de todos los guadalajareños cuesta la broma. ¿Para qué? En el mejor de los casos, para prestar el mismo servicio que ya está prestando la Junta, 100 metros más allá.
Antes de este nuevo servicio duplicado, otra de las concejalas de Román se cubrió también de gloria creando un nuevo teléfono de emergencias, el 080, que donde ya existía tiende a desaparecer. Porque desde hace unos años tenemos el 1-1-2, un teléfono único europeo de emergencias que en Castilla-La Mancha gestiona la Junta de Comunidades. Un servicio que funciona bien, como muestran todos los indicadores, que coordina la actuación de todos los recursos de seguridad y asistencia ante una emergencia, y que desde su implantación tiene un convenio con el servicio de bomberos del Ayuntamiento de Guadalajara que nadie ha cuestionado. Pues nada, a Román y su concejala les apetecía duplicar también ese servicio, con el agravante en este caso de poder inducir a confusión a las personas que se vean en el apuro de tener que pedir ayuda ante una emergencia.
Lo que pretende Román con todo esto ya lo sabemos: dividir, crear polémica, confundir a la gente, atacar a la Junta de Comunidades. Y para eso, derrocha con frivolidad el dinero de los vecinos de la ciudad y duplica servicios de forma innecesaria. Claro que a los dirigentes del PP, con Román y Cospedal a la cabeza, les encantan las duplicidades. Ambos tienen duplicados sus empleos y sueldos, una levantándose casi 250.000 euros al año cobrando de varios sitios, y el otro hurtando tiempo a la ciudad que le paga el sueldo íntegro de alcalde para sacarse un sobresueldo en una clínica privada.
De boquilla exigen a los demás austeridad, pero jamás se la aplican a sí mismos. Ya se sabe que la moral también la tienen doble desde siempre. La famosa ley del embudo de la derechona. Aunque eso quizá tenga que contarse otro día.