Edwards se retira de la carrera demócrata hacia la Casa Blanca

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

La victoria de John McCain en el estado de Florida despeja el liderazgo republicano
El precandidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos John Edwards se retira de la carrera hacia la Casa Blanca, anunció ayer una portavoz de su campaña, lo que deja solos a Hillary Clinton y Barack Obama como aspirantes de su partido a la candidatura.
La portavoz, Colleen Murray, agregó que Edwards -que quedó segundo en Iowa y tercero en los demás comicios realizados hasta ahora- anunciará su decisión en Nueva Orleans, la ciudad donde lanzó formalmente su campaña a finales de 2006.

Ex senador de Carolina del Norte, John Edwards, de 54 años, se presentaba como el defensor de la clase media, sacrificada según él en beneficio de los medios empresariales que dictan su ley en Washington.
En 2004 fue elegido por John Kerry como candidato a la vicepresidencia.
Nacido en Carolina del Sur, hijo de un obrero textil, primer miembro de su familia en entrar a la universidad y convertido en millonario como abogado especializado en demandas civiles contra empresas de obras públicas, médicos o laboratorios farmacéuticos, Edwards hizo de la lucha contra la pobreza uno de los temas centrales de su campaña.
Edwards se inició en la política en 1998 dos años después de la trágica muerte de su hijo, fallecido en un accidente de automóvil a los 16 años. Su mujer Elizabeth padece un cáncer de mama.

McCain, favorito republicano
Hace seis meses su campaña entró en bancarrota y tuvo que cerrar la mitad de sus oficinas por todo el país. Hasta Bill Clinton lo descartaba. Hoy el septuagenario senador de Arizona John McCain es el favorito para representar a su partido en la lucha por la Casa Blanca, después de anotarse ayer el premio gordo de Florida por 36% a 31%. Los analistas vaticina que el estado que llevó a Bush hasta la Casa Blanca pasará a la historia de esta campaña por despejar la incógnita republicana.
En la estacada dejaba al empresario mormón Mitt Rommney, que apenas la semana pasada incorporó a la hija de Dick Cheney a su campaña para asesorarle en política exterior. El mismo puesto que tuvo Condoleezza Rice en la campaña de George W. Bush del 2000.
El fichaje certificaba que el aparato del partido está con el ex gobernador de Massachussetts que pretende ganar las elecciones a golpe de chequera, y seguirá en la contienda mientras le queden fondos en la cuenta corriente. Sólo en Florida, durante las tres semanas que precedieron a las primarias del martes se dejó 5 millones de dólares, frente a los poco más de 400.000 que invirtió McCain.
No es de extrañar que el veterano de Vietnam triunfase especialmente entre los que están en desacuerdo con el gobierno de Bush, de los que obtuvo el 45% de los votos. Florida era una prueba de fuego para McCain, aupado en New Hampshire por el voto de los independientes. En el soleado estado del exilio cubano sólo la base del partido tenía voz. Para poder votar era necesario llevar al menos un mes registrado, mientras que en los estados previos bastaba con declararse independiente o incluso registrarse sobre la marcha.