El agua sigue dividiendo en 2016
10/01/2016 - 23:00
Año nuevo, mismos problemas, planteamientos, polémicas y políticas, al menos en lo que al agua se refiere protagonizando, el pasado viernes, el primer enfrentamiento de este 2016, si no consideramos, claro, los cruces de acusaciones y dardos a cuenta de la formación del nuevo Gobierno. El primer Consejo de Ministros de este año, del Ejecutivo en funciones, decidió aprobar un total de dieciséis planes hidrológicos, entre ellos el de la cuenca del Tajo, a través de dos Real Decreto. La ministra de Agricultura ya había dicho en el Consejo Nacional del Agua que deberían aprobarse antes de acabar el pasado año y la vicepresidenta recordó que un informe de la Abogacía del Estado recomendaba su aprobación cuanto antes y más al ser necesario para cobrar los fondos de la Unión Europea para el periodo 2014-2020. Nadie duda de la necesidad de regulación y de la legitimidad de un gobierno para gobernar porque no puede crearse un vacío de poder durante meses que perjudique los intereses de los españoles. El tema, de nuevo, es que se decide sin consenso alguno con las diferentes partes implicadas. El Gobierno regional afirma haberse enterado por la prensa y se muestra convencido de que salen perjudicados los intereses de la comunidad autónoma en materia de agua, por lo que recurrirá. Los responsables del PP dicen todo lo contrario, que son una mejora sustancial para los intereses de Castilla-La Mancha. Del blanco al negro, como siempre. Mientras, los municipios ribereños consideran que son los intereses del trasvase los que se defienden frente a los del Tajo y las organizaciones agrarias, tanto APAG como ASAJA, en un ejercicio de cordura, recuerdan a los políticos que en la gestión del agua deben participar todos unidos como en otras regiones, pero no hay manera. Los jóvenes agricultores también anuncian que recurrirán porque los planes están mal hechos. Otra vez, disparidad de criterios con un mismo perjudicado, nuestros pueblos. Al menos desde el 1 de enero no se puede trasvasar agua por haber entrado en vigor el límite para hacerlo y por fin están llegando las lluvias.