El aniversario

14/03/2014 - 23:00 Pedro Villaverde Embid

Era un jueves en apariencia normal. Nueva Alcarria, que todavía no había cumplido su primer mes de experiencia como periódico diario, se disponía a presentar su nuevo producto al público en la inauguración de la Feria Apícola de Pastrana. No fue así. Unas bombas en los trenes de Cercanías que centenares de alcarreños cogen cada día con destino a Madrid cambiaron todo. La confusión, la impresión, la tensión, llegaban a la redacción. El viaje a Pastrana no tardó en suspenderse, ni las televisiones y las radios en encenderse. Los teléfonos ‘echaban humo’. No se sabía bien qué había pasado, ni cuántas víctimas habría, de dónde eran o de quienes se trataba. Se sucedían las especulaciones, esperábamos respuestas, mientras veíamos escenas de muertos y heridos desplazándose a centros hospitalarios. Un periódico de Londres situaba a Al-Quaeda detrás de la operación de los ‘trenes de la muerte’, mientras Ángel Acebes culpaba a ETA.Aquel jueves se calculaba en ochenta los pasajeros que habrían cogido el tren entre Guadalajara y Azuqueca. Uno, residente en Cabanillas, había muerto. En los siguientes días las mesas de la redacción se llenaban de esquelas, los entierros y los desplazamientos al tanatorio se convertían en nuestras ruedas de prensa.
Las protestas ante la sede del PP provocaron inquietud y violencia, mientras las multitudinarias manifestaciones en la calle sobrecogían. Se calculó que 120.000 personas llegadas de muchos puntos llenaron la capital en días, además, muy lluviosos. El Depor suspendía el partido del sábado. El PP vencería por escaso margen en nuestra provincia y Zapatero llegaría a la Moncloa aquel 14 de marzo. Todos parecíamos vivir en una burbuja. Casi por inercia nos sentábamos ante el ordenador para reaccionar ante una realidad que sobrepasaba nuestro entendimiento y afectaba a unos sentimientos muy dañados por la cercanía de la tragedia y el conocimiento de muchas de las víctimas. Fueron los días más horribles, alterados y extraños que vivimos como sociedad. Guadalajara escribió unas páginas muy amargas de su historia. Después vendría la crisis que acabaría con tantos proyectos. Hoy, diez años después, nuestro recuerdo para las víctimas y un abrazo a cuántos siguen sufriendo por el atentado