El casco histórico
22/10/2015 - 23:00
Una de cal y otra de arena para el casco histórico y el patrimonio de Guadalajara. Otro edificio será derribado, el del conocido bar Soria. Hace escasas fechas corría la misma suerte un inmueble cercano al Liceo Caracense, la polémica se cernía sobre el de Novoplex y en la calle se escuchan comentarios en este mismo sentido de otro edificio que ha albergado durante décadas un emblemático restaurante en la calle Bárdales. Los edificios son declarados en ruina porque a sus propietarios así les interesa e incluso muchos la potencian dejando ventanas abiertas para que las palomas les den la puntilla, el Ayuntamiento los derribe y luego hacer lo que les parezca con el solar o no hacer nada lo que es aún peor para la imagen de la ciudad. Siempre hemos defendido la rehabilitación o restauración de los edificios antiguos por su valor histórico, artístico y enriquecedor del paisaje urbano, pero es una triste realidad la destrucción de nuestro patrimonio y conocer todo lo perdido desde la devastadora Guerra Civil es sentir impotencia y frustración. Mirar atrás es sufrir de manera inútil porque ya no tiene remedio, pero si debemos concienciarnos y trabajar por el futuro, por conservar lo que queda e impulsar la revitalización y reconstrucción del centro de Guadalajara. En este sentido debe acogerse con satisfacción el impulso que el Ayuntamiento dará para que se construya en esos solares vacíos en los que los propietarios incumplen su deber de edificar o de vender para que alguien lo haga. Se creará un registro público de solares sin edificar para que el ciudadano lo conozca y de oficio se instará al propietario a tomar una determinación, o edificar o ser compensando por su derecho sobre el lugar. En todo caso se dará una solución. La edificación deberá ser acorde al entorno, embellecerá el casco y fijará vecinos lo que también supondrá un acicate para el comercio y el ambiente de la zona. Guadalajara necesita que se actúe sobre el centro, punto de referencia turística en cualquier sitio de España y que aquí, pese al Eje Cultural o Guadalajara Abierta, aciertos que se deben reconocer a nuestra actual Ayuntamiento, deja todavía demasiado que desear. Escuchemos a nuestros arquitectos, historiadores, ciudadanos
obliguemos a nuestros políticos a ponerse de acuerdo, aunemos esfuerzos.