
El Chiloeches hace historia: un pueblo de 4.000 habitantes asciende a Primera División
Si hay un club que se merecía el ascenso a la máxima categoría nacional del fútbol sala femenino, ese era el Chiloeches. Un club humilde, de un pueblo de poco más de 4.000 habitantes, y que después de muchos años de trabajo había logrado consolidarse como uno de los mejores equipos de la Segunda División. El equipo tuecho había dado dos veces al palo de manera consecutiva, pero a la tercera fue la vencida y el Chiloeches ha logrado el ascenso a Primera División. Quizá era el año menos esperado, como reconocía Rocío, una de sus jugadoras, pero es cuando se ha conseguido, “los años anteriores éramos un equipo consolidado y en el que las jugadoras nos conocíamos por llevar años jugando juntas, este año llegó entrenador y jugadoras nuevas y nos costó al principio, era el que menos lo esperábamos”.
El equipo dirigido por Javier Uceda fue de menos a más. El inicio fue complicado, pero poco a poco las piezas se fueron ensamblando y finalizó la fase regular con solo tres derrotas y clasificándose al ‘play-off’ con más de 20 puntos de ventaja. En la primera eliminatoria de la fase de ascenso se midió al InterSala Zaragonza, al que sentenció en el partido de ida de Chiloeches con un 9-2. La vuelta fue el partido más complicado para las tuechas, y aunque perdieron 4-3, lograron clasificarse para la eliminatoria final en la que se enfrentaron al Bembrive, primer clasificado de su grupo. La empresa era difícil, pero el Chiloeches, a pesar de las muchas dificultades, sacó su mejor versión y aprovechó lo aprendido los dos años anteriores para ser superior a su rival en la ida (ganando 2-0) y en la vuelta (ganando 3-4 y llegando al descanso 0-4).
Perseverancia y emoción
Era la tercera vez consecutiva en la que el Chiloeches se colaba en la pelea por el ascenso a Primer División: “Hace dos años, cuando ganamos la liga, todos teníamos claro que íbamos a ascender porque ganamos la liga con 75 de 78 puntos y goleábamos todas las jornadas, pero nos pegamos un golpe del que nos costó salir. El año pasado nos faltaba gol y perdimos en Gran Canaria aunque fuimos muy superiores. Ese año tuvimos algo de suerte en el sorteo y el peaje que pagamos los años anteriores nos ha ayudado” explica el vicepresidente del club, José Rey.
Muchas jugadoras que no lograron el ascenso los años anteriores continúan en el equipo (Virginia, Noelia de las Heras, Rocío, Blanca, Sandra o Eli), y es precisamente la emoción de estas jugadoras el recuerdo más bonito que se lleva José Rey del ascenso: “Lo que más recuerdo es la felicidad de todas las jugadoras, pero en especial las que han sufrido. Veía como lloraban las jugadoras que han perdido los ‘play-off’ anteriores y fue muy emocionante”. Pero recuerda también un detalle con Nora, jugadora fichada este año: “Estaba llorando desconsolada y la pregunté que pasaba, me dijo que hace un año iba a dejar el fútbol, y un año después estoy celebrando un ascenso a Primera”.
El vicepresidente del club no se olvida de aquellas personas que, aunque ahora ya no están en el club, pusieron las bases del proyecto, “me acuerdo de Javi Triguero, que entró conmigo y casi no teníamos jugadoras ni dinero para fichar y empezamos perdiendo los cuatro primeros partidos, luego remontamos y quedamos en mitad de tabla, pero fue difícil. Me acuerdo de Ángel Orejón, que tiene mucha culpa de todo esto ya que nos hizo pasar de ser un equipo de mitad de tabla a ser un equipo campeón, y también me acuerdo de muchas jugadoras que han luchado y jugado muchos años en Segunda para que esto haya ocurrido porque hay equipos con mucho potencial económico pero sin sentido de pertenencia, nosotros tenemos menos dinero pero creamos jugadoras jóvenes y tenemos una estructura que, aunque es humilde, es la que ha hecho que hoy estemos en Primera División”.
Pasada la euforia del ascenso, toca trabajar en una ilusionante pero complicadísima temporada en la máxima categoría del fútbol sala femenino nacional. Desde el club son conscientes de que no será sencillo, pero dicen que “no queremos ser un equipo que esté en Primera de paso o que luche de manera constante por no descender, queremos seguir creciendo para poder luchar por cotas más altas. Eso si, de cara a este primer año, hemos calculado que la salvación estará en los 25-30 puntos y son los puntos de casa, jugaremos en Chiloeches 15 partidos así que habrá que sacar por lo menos 10 para conseguir mantenernos en la categoría” explica José Rey.
La iniciativa ‘La grada también juega’
Cada vez que animas, criticas o celebras desde la grada, estás influyendo en el desarrollo del juego. No se trata solo de apoyar a un equipo, sino de entender que también desde el público se construye el deporte. El respeto, la honestidad y la actitud positiva no son solo valores para los jugadores, también lo son para quienes observan. Porque el deporte no forma únicamente a quienes lo practican, también refleja el comportamiento de quienes lo rodean, dentro y fuera del campo. No vale todo por ganar. Gritar, insultar o presionar no ayuda; solo resta. Si no puedes disfrutar con respeto, el problema no está en el marcador, sino en la grada. Recuerda que siempre hay menores mirando, aprendiendo y copiando. La educación, la inclusión y el juego limpio comienzan por el ejemplo. Y ese ejemplo también está en ti. Juegues o no, tú también formas parte del partido. Y tu actitud puede marcar la verdadera diferencia. Esto es lo que recoge la iniciativa ‘La grada también juega’ del Gobierno Regional.
Una fiesta a la altura de la gesta
Como no podía ser de otra manera, el Chiloeches celebró el histórico ascenso a la máxima categoría del fútbol sala femenino nacional por todo lo alto. Primero, en Galicia tras finalizar el partido, y al día siguiente en Chiloeches con un paseo por el pueblo y recepción en el Ayuntamiento. Además, el club fue recibido por administraciones como el Gobierno regional o la Diputación Provincial.