El cierre en falso de las cuentas municipales
30/12/2011 - 00:00
Las cuentas del Ayuntamiento capitalino a 31 de diciembre de 2005, 2006 y 2007 no representaron la imagen fiel del patrimonio, la situación financiera del Consistorio y sus resultados, debido a deficiencias en el inmovilizado, los derechos a cobrar y las obligaciones pendientes de pago, según refleja el informe de fiscalización realizado por el Tribunal de Cuentas y que ayer el primer teniente de alcalde, Juan Antonio De las Heras hacía público. Del análisis de la gestión tributaria y recaudatoria se evidencia que esta actividad no se realizó con los procedimientos adecuados, por lo que no dispuso de medios suficientes ni adecuados que permitieran el correcto control y seguimiento de los deudores registrados en sus cuentas y que aseguraran el cobro de los mismos. Además, aunque el informe señala que la tramitación de los presupuestos de esos años se adecuó a lo establecido, revela que parte de las modificaciones de crédito que se financiaron con remanente de tesorería no contaron con la debida financiación y su aprobación se realizó fuera del plazo establecido. Resumiendo que se hizo encaje de bolillos, como se dice popularmente. Por eso en el documento se reflejan irregularidades en la gestión económico-financiera durante esos años de mandado socialista, a pesar de que el Ayuntamiento aprobó un Plan de Saneamiento Financiero el 22 de diciembre de 2003. Se trataba de hacer ingeniería de precisión con los números, de que las cuentas cuadraran. No es ni la primera, ni la única corporación que utiliza esos métodos para cerrar en falso unas cuentas, sin embargo el método es más que discutible, especialmente, si hay un cambio de gobierno y eso permite conocer lo que quedaba en los cajones. Mostrar estos hechos ante la opinión pública resulta ahora oportuno para un PP que se ve abocado, debido a la crisis, a recortar sus presupuestos y a ajustarse a legalidad con sus cuentas. Habrá que quedarse con el aspecto más positivo de la función fiscalizadora del Tribunal, que es que viene a reforzar la transparencia y la propia rendición de cuentas de esta institución pública al conjunto de la sociedad, al tiempo que contribuye a la mejora de la gestión, propiciando la adopción de medidas a partir de las recomendaciones formuladas en los informes.