El concepto de terrorismo
11/09/2011 - 00:00
Los crímenes del 11 de septiembre son sin duda un punto crítico histórico pero no debido a la escala, sino más bien debido a la elección del objetivo. Para los norteamericanos, ésta es la primera vez desde que los británicos quemaron Washington, en 1814, que el territorio nacional estaba bajo ataque, o incluso bajo amenaza. Diez años han pasado desde esa fatídica escena en la que el terror sacudió a Estados Unidos dentro de sus fronteras, una mañana que una década después ha cambiado al mundo y que marcó el comienzo del siglo XXI.El temor es el principal factor, que desde los ataques del 11-S, se incrustó en el núcleo de la sociedad. Primero, y con más fuerza, fue en la primera potencia del mundo, pero luego se expandió por Europa por los ataques dentro de algunos de sus países como Reino Unido o España, donde vivimos nuestra particular tragedia el 11-M de 2004. No deja de resultar paradójico que, 10 años después del fatídico día, el autor intelectual, el padre del plan del ataque terrorista más malévolo de la historia, esté muerto y que su doctrina de odio y fuego esté en plena recesión en la mayor parte de los países árabes. Si este Osama Bin Laden, atacó América creyendo que con la espectacularidad de su zarpazo crearía legiones y legiones de mártires, se equivocaba. Si creía que su nombre permanecería en el subconsciente de la humanidad durante siglos, también erraba. Bin Laden no es más que un mal recuerdo de un terrorista que ha dejado de existir. Durante todo este tiempo ha quedado patente que el terror no es, en ningún caso, la vía para alcanzar objetivos políticos y mejoras sociales. El 11-S nos hizo daño a todos, pero reforzó nuestros ideales democráticos. Sin embargo, una década después de los ataques aún no se ha podido llegar a un consenso sobre el concepto del terrorismo ni cómo combatirlo. Lo que sí está claro es que el temor a nuevos ataques persiste en todo el mundo y nadie los puede dar por sepultados.