El coste de las pegatinas

30/06/2011 - 00:00 Redacción

 
Donde dije digo, digo Diego...Esa es la máxima que desde el Gobierno nacional se aplican ya sin ningún tipo de rubor intentando, además, que la ciudadanía aplauda sus decisiones. Muchas son las medidas que se han vendido con un objetivo y que más tarde, con pretextos contrarios, se han desterrado. Se trata de la credibilidad, o mejor dicho de la pérdida de la misma, que viene a poner en entredicho la seriedad de quiénes tiene en sus manos los designios de todo un país. Lo que nos concierne, ahora, son los vaivenes en la velocidad. No de nuestra economía, que también los tiene, sino de nuestras carreteras. Ya decidida la vuelta al límite de 120 kilómetros por hora en autovías y autopistas (a partir de mañana, 1 de julio) toca argumentar una medida que cuanto menos resulta curiosa por lo insospechada a tan sólo cuatro meses de la decisión contraria. Ahora, el ministro de Fomento, José Blanco reconoce que se debe a que las “condiciones de hoy no son las que concurrían cuando se tomó la decisión” y que la medida actual, “conecta con el sentimiento mayoritario del país”. Lo primero, al menos, es cierto a medias. Lo es, como dice el ministro, que el precio de petróleo ha bajado, pero se obvia que la marcha de la crisis griega no permite descartar que la noria vuelva a dar otra vuelta de forma inminente. Además, y contra lo que asegura, cuando adoptó la polémica decisión que ahora deroga el Gobierno no anunció que caducaría este 30 de junio sino que en junio revisaría si se prorrogaba o no. Pero hay que hacer caja, en todos los sentidos, y este 1 de julio empieza, además de la primera operación salida del verano, la carrera de Alfredo Rubalcaba. De ahí la preocupación por una decisión poco aplaudida por la población y que podría suponer restar votos y evitar multas. Lo que quizá no se está teniendo en cuenta es que la marcha atrás ahora tiene un nuevo coste, que en la provincia se eleva a poco más de 2.214 euros pero que en nuestro país supone más 200.000 que sumados a lo que ya se gastase en marzo viene a suponer un pellizco de casi 100 millones de las antiguas pesetas. Quién nos iba a decir que uno se podría gastar tanto dinero en pegatinas.