El culto a la telebasura
La telebasura vino de la mano de Gran Hermano, un reality show donde una tropa de participantes, residen en una mansión incomunicados y con filmadoras observándolos las 24 horas. Deberán eclipsar las destituciones que la audiencia sentencie y así lograr la recompensa final. El programa televisivo fue fundado por el neerlandés John de Mol.
También ha aparecido un exótico reality apodado Pekín Express. Sufrirán. Caminarán hasta caer de hinojos y competirán contra amigos y enemigos para no regresar a casa. Diez parejas durante 45 días en 13 etapas y 10.000 kilómetros por delante. Tienen como objetivo cruzar, con sólo un euro al día, cinco poblaciones del sudeste asiático; Vietnam, Camboya, Laos, Tailandia y Bangkok. El colofón consiste en arribar a Bali, ultimar la ruta del dragón y conseguir los 95.000 euros de recompensa.
Por otra parte, los anglosajones han votado a Shilpa Shetty, de 31 años, como ganadora de la última edición de Gran Hermano en Gran Bretaña. El 63% de los telespectadores nominaron a la actriz de Bollywood, la cuna de la prepotente industria cinematográfica hindú, para dejar claro que los británicos no son fanáticos, a pesar de las desdichadas críticas que unos concursantes hicieron sobre la coloreada tez de Shetty, su desatinado uso del inglés y su indeseada estancia en la islote. La intérprete sale de la casa de Gran Hermano con un sinnúmero de ofrecimientos para prestar su imagen a diversas campañas publicitarias.
Asimismo, la cadena estadounidense CBS difunde un inhumano y terrorífico reality; Kid Nation País de Niños. Que traslada a una tribu de menores, de todos los Estados Unidos, hasta Nuevo México, a una vetusta localidad minera al sur de Santa Fe, desolada, con la idea de que proporcionen vida y solidez al lugar y pongan a prueba su coexistencia. Durante 40 días, los pequeños preparan sus pitanzas, friegan y ordenan sus enseres y constituyen su propio gobierno. Algunos rotativos norteamericanos han denunciado que los críos rodaron una media de 14 horas, todos los días de la semana.
Asevero con vehemencia que la telebasura es un problema más grave que el del terrorismo o las drogas. La telebasura degrada al ser humano.
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