El deber de vacunarse contra la gripe
28/09/2011 - 00:00
Aunque las temperaturas veraniegas no invitan a pensar en el invierno ni en la temida gripe, lo cierto es que en estas fechas, con el otoño ya iniciado, la campaña de vacunación se convierte en un tópico. Ayer el delegado de la Junta en Guadalajara, Porfirio Herrero, y la recientemente nombrada coordinadora de Sanidad en la provincia, María del Carmen González, ofrecían los detalles correspondientes a la nueva campaña de vacunación contra la gripe 2011/2012. No por habitual, la vacunación resulta prescindible. De hecho, la gripe es una enfermedad infecciosa aguda, fundamentalmente de transmisión respiratoria y con gran incidencia en la población. Está ocasionada por un virus y se presenta principalmente en los meses más fríos. La extrema contagiosidad condiciona que cada invierno se produzca una onda epidémica estacional, que tiene importantes implicaciones en determinados grupos poblacionales como los ancianos, enfermemos crónicos, y otros, en los que éste proceso tiene frecuentemente complicaciones graves. Son precisamente estos sectores los considerados como población diana, es decir, los más propensos a contraer la enfermedad y por tanto los que no deben dejar pasar la oportunidad de inmunizarse. En nuestra provincia, Sanidad ha hecho acopio de 42.435 dosis, la mayoría de ellas para la población mayor de 65 años, la más vulnerable (36.850) y 825 más para personal que está en contacto directo con personas de riesgo. La recomendación generalizada es que la vacunación es muy conveniente. De hecho, esta práctica es altamente efectiva y confiere una inmunidad que oscila entre el 70% y el 80% en adultos sanos. En los ancianos, diversos estudios han demostrado que la vacunación reduce las hospitalizaciones alrededor de un 70% y la muerte un 85% entre pacientes que no están internos en hogares de ancianos. Entre los que sí lo están, la vacuna reduce el riesgo de hospitalización en un 50%, el riesgo de neumonía un 60% y el riesgo de morir entre un 75 y un 80%. Con estas estadísticas, la conclusión no puede ser más rotunda: la población de riesgo no solo puede sino que debe vacunarse contra la gripe.