El desempleo no toca fondo
El paro no para. Cuando el Gobierno insiste en que la economía española parece iniciar el camino de una lenta recuperación, las cifras del desempleo ponen en duda que lo peor de la crisis haya quedado atrás. El registro de parados volvió a sumar en febrero, a nivel nacional, 68.260 más, un dato algo mejor que el del mismo mes del año pasado pero peor que el de 2008, el primer año de la crisis. También las cifras de contratos registrados y las de afiliación a la Seguridad Social alejan la idea de que el desempleo esté tocando suelo. Guadalajara es el mejor ejemplo. Aunque en el mes de febrero el ascenso en el número de desempleados no fue tan desorbitado como en enero, las estadísticas dejan a 398 nuevos desempleados en la provincia. Es el séptimo mes de ascensos imparables que hacen, que superada la barrera psicológica de los 20.000, ya estemos casi rozando los 22.000, y por tanto, otro récord histórico. Atrás queda el recuerdo de los poco más de 6.000 parados que integraban las colas del Inem hace cinco años. En ese tiempo, se ha cuadruplicado el número de los sin empleo. Ningún sector se libró de los aumentos, aunque fue servicios -el principal motor de la economía- el que aglutinó más de la mitad de los nuevos demandantes de empleo. En nuestra provincia 341 de las nuevas bajas pertenecías a este sector. Lo más dramático de una crisis de estas características, que en el caso español, a diferencia del resto de Europa, está castigando especialmente al mercado laboral con unas cifras de paro insoportables y que dificultarán y mucho la recuperación económica, es la perdida de credibilidad absoluta de los responsables económicos con su presidente a la cabeza. Eran ellos los que hace tan sólo unos meses nos vendían la reforma laboral como la solución a nuestros males y, aunque todos estábamos de acuerdo en era necesaria, lo que ha puesto de manifiesto es que no era la fórmula mágica para crear empleo. Lo que hay que fomentar es el crecimiento económico, el resto, vendrá por añadidura.