El desmantelamiento de la dictadura del relativismo moral

  

  

  Algunos, muchos, insisten en la necesidad de reformar el modelo económico, marcado por liberalismo radical y un capitalismo financiero basado en el egoísmo y la busca de la ganancia por encima del bien común, de los derechos y de los deberes sociales y, muy en especial, el derecho al trabajo. El mensaje es tan rico en contenido que constituye un valioso manual para todos los que de verdad quieran construir la paz en el mundo.   Lo que late en su fondo es la denuncia de lo que puede considerarse la madre de muchas de las situaciones de violencia que padece el mundo: la negación de lo que constituye la verdadera naturaleza del ser humano, de su capacidad de conocer la verdad, el bien y, en última instancia, a Dios mismo.

 

   Esta negación es la que pone en mayor peligro la paz en la medida que se menoscaba la libertad y que la justicia pierde su fundamento. Por ello el Papa considera indispensable el desmantelamiento de la dictadura del relativismo moral como condición previa para la paz, en la medida que ese relativismo cierra las puertas a la ley natural inscrita por Dios en la conciencia de cada persona, empezando por el respeto a la vida y la familia. La conclusión es obvia: se necesita una pedagogía de la paz lo cual, en palabras del Papa “exige una rica vida interior así como claros y válidos referentes morales”, es decir lo que niega el relativismo.