El espíritu taurino y las jóvenes promesas
13/12/2011 - 00:00
El mundo del toro no pasa por su mejor momento. La bajada de espectadores en nuestro país durante el pasado verano ha sido evidente en casi todas las ferias y han quedado muchos toros en el campo. Guadalajara no ha sido menos y eso que el esfuerzo realizado por el Ayuntamiento capitalino por mantener los precios sostuvo una buena entrada en los festejos más importantes del mes de septiembre. Vista así la situación, la renovación de las tres empresas que se encargaron de realizar los festejos taurinos de 2011 para el próximo año es más que un logro del concejal de Asuntos Taurinos. Mucho se ha criticado desde algunos sectores la falta de grandes figuras del toreo en el Coso de las Cruces pero, lo cierto, es que los toreros de renombre han copado los carteles y eso animó el graderío en los últimos festejos. En los tiempos que corren, seguir manteniendo viva la afición taurina y la Feria en nuestra ciudad ya es toda una osadía, pero conseguir que los empresarios destinen sus inversiones a ello resulta casi utópico. Y es que en momentos de recesión, lo superfluo no sobrevive. Por eso, y a pesar del ajuste que se ha vivido en Guadalajara en cuanto a número de corridas o encierros, es de agradecer por los taurinos que se mantenga el espíritu de la fiesta. Pero para poco más dan los presupuestos municipales y de ahí que desde el Consistorio se haya anunciado su salida del Centro de Alto Rendimiento de la Diputación, puesto en marcha durante el anterior mandato, y que consideran provoca un alto coste económico y un nulo resultado artístico y académico. Aunque previsible, es una lástima que este centro tenga que cerrar sus puertas por falta del apoyo institucional. Es lo que tiene la necesidad de ajustar los recursos económicos. A pesar de ello los aspirantes a toreros seguirán contando con otra oportunidad para demostrar su valía, quizá menos espectacular pero más sólida, como es la Escuela Taurina de Guadalajara, que con unos medios más austeros sigue apostando por las jóvenes promesas.